En los últimos años la producción de huevos alternó buenas y malas. Las malas estuvieron generalmente relacionadas con las intervenciones en el mercado interno de parte de los gobiernos kirchneristas, que controlaban los precios de los huevos como alimentos básico de la población. Pero de un tiempo a esta parte las cosas han cambiado y, según los dirigentes del sector avícola, esa cuestión va mejorando.
En este subibaja, el 2024 está resultando un buen año para el sector y se espera una aceleración del crecimiento de la producción y del consumo, a pesar de los problemas de poder adquisitivo que presenta el mercado interno.
“El balance de este año es positivo. Nosotros hemos tenido en los últimos años un crecimiento importante, un crecimiento que fue de la mano del compromiso de los productores para crear una relación estrecha, cercana desde el productor al consumidor. Esto ha hecho que en los últimos 20 años hemos casi triplicado el consumo: De 127 huevos que se consumían en el año 2013, hoy estamos arriba de 350 huevos anuales per cápita”, dijo Javier Prida, presidente de la Cámara de Productores Integrados Avícolas (CAPIA).
Según indicó fue clave en el apalancamiento de ese desarrollo el cambio que hizo el consumo doméstico respecto del huevo. “Antes lo encontrabas en una preparación como un ingrediente, hoy la gente come huevo como alimento principal. Eso es debido principalmente que ha tomado conciencia y ha encontrado en el huevo un aliado, desde los aspectos nutricionales y los culinarios, a los aspectos económicos. Es indiscutible todas las características y las bondades que tiene al momento de evaluarlo”.
Prida destacó que en el sector avícola “hay una lluvia de buenas noticias”. Además del crecimiento de la producción y del consumo, también crecen las inversiones en las granjas porque mejora la rentabilidad.
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“Los productores están recuperando terreno perdido, principalmente haciendo inversiones, modernizando, tratando de mejorar instalaciones que estaban muy obsoletas, muy viejas, haciendo algún recambio de lotes con más frecuencia. Hay otra dinámica en el sector, por eso entendemos que el sector está bien, saludable, activo”, resumió.
Prida dijo que las empresas avícolas “obviamente enfrentan los desafíos de lo que es el mercado interno, ya que el 97% de nuestra producción queda dentro del país y alrededor del 3% es lo que se exporta a un mercado externo muy malo, donde Argentina no es competitiva”.
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La mejora en el resultado económico de las granjas tuvo que ver con diferentes cuestiones. Por un lado se está tratando de evitar intermediaciones y así bajar costos para llegar en mejores condiciones a atender a consumidores a los que no les sobra nada. “Los productores se dieron cuenta que yendo directamente al consumidor, la rentabilidad es mucho mejor”.
“Hoy tenés unas rentabilidades que en algunos casos pueden orillar entre el 5% y el 8%, pero los que van directamente al consumidor tienen un poco más, que pueden llegar a los dos dígitos”, explicó Prida.
“Cada vez más productores tienen sus propios locales de venta, sus propios canales de comercialización, evitando los intermediarios” agregó.
Este buen resultado económico se apoya en otra pata muy fuerte que mejoró la ecuación en los últimos meses: la baja del precio de granos como soja y maíz, que son clave en el costo de alimentación de las gallinas ponedoras.
“En estos últimos meses hubo para nosotros, que somos transformadores de maíz y de soja, una mejora competitiva en el precio de los cereales. El escenario no es el mismo que hace tres meses. Hace tres meses si había rentabilidad, era mucho menor. También por otro lado nosotros tenemos el precio estancado. El huevo subió hasta el mes de marzo, algo en abril, y después se estancó. También tenemos costos como es el combustible, que volvió a subir este fin de semana, la energía eléctrica, nos han pegado otros costos. Pero la verdad es que estamos bien”.
Un tercer elemento que juega a favor de que el resultado económico sea positivo es la reinversión de utilidades que hace que las granjas sean más grandes. “Acá lo que está dando también un poco de rentabilidad es la escala. Los productores cada vez buscan tener un poco más de escala, porque si vos tenés un grupo electrógeno, no es lo mismo amortizarlo con 50.000 animales que con 100.000 animales, como tampoco otras maquinarias como puede ser un camión para el reparto”.
Según Prida, entonces, el sector “la mayor escala, cambios en la comercialización, precio de los granos bajos, esto es lo que le está dando la rentabilidad del sector a pesar del estancamiento en el precio y el producto final y la suba de los otros costos”.
Prida explicó que la proyección de la CAPIA es llegar en 2030 a un abastecimiento interno de 400 huevos por persona, pero al ritmo que van las inversiones eso podría darse antes.
“Al paso que vamos podemos lograrlo entre el año 2028. Pero la Argentina es cíclica. Nuestras métricas indican que tenemos 4 años buenos y uno de retracción. Con ese criterio el año que viene deberíamos contraernos un poco”, alertó.