El ministro de Agricultura, Luis Basterra, admitió la preocupación del gobierno por el aumento del precio de la carne vacuna, que redondeó el 75% en 2020 pero llegó a ser de casi 25 puntos en diciembre pasado.
“El Presidente (Alberto Fernández) ha sido muy firme al decir que no puede faltar carne vacuna en la mesa de los argentinos”, sostuvo el ministro, que viene de protagonizar uno de los clásicos grotescos de la administración nacional: a fin de año anunció el bloqueo de las exportaciones de maíz y luego impuso cupos de 30 mil toneladas diarias, pero luego cedió y desactivó todos esos controles a cambio de un monitoreo del mercado.
Basterra, en este escenario, confirmó que están trabajando fuerte en acordar con otros sectores mecanismos para refrenar los precios internos de los alimentos.
En el caso de la carne vacuna, afirmó en declaraciones radiales que “estamos trabajando en eso, en el corto plazo vamos a tener resultados positivos”. Bichos de Campo ya informó que el gobierno pretende de los frigoríficos exportadores vendan a menor precio 13 cortes de la media res durante todo el primer semestre. El Consorcio ABC, que agrupa a las plantas más grandes, ya ofertó abaratar solo 8 cortes, y a cambio reclama una rebaja de las retenciones para las piezas del vacuno exportadas con mayor valor agregado.
Sobre esta nueva negociación, el titular de Agricultura explicó que “hubo una primera experiencia sobre Navidad y Año Nuevo, que nos está alentando para que trabajemos férreamente, a fin de generar accesibilidad de la población para el consumo de carne bovina”.
En declaraciones a radio El Destape, añadió: “Estamos trabajando en forma permanente todos, articulando con los Ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo, porque es un problema complejo y con inteligencia tenemos que dar instrumentos de mediano y largo plazo para evitar marchas y contramarchas”.
En el caso del maíz, donde se decidió retroceder en el cierre de las exportaciones, el titular del Minagri propone crear un fideicomiso semejante al que se está analizando con el sector aceitero para subsidiar el precio local de los aceites.
“Ya hay criterios consistentes en los fideicomisos de girasol y maíz, y estamos trabajando con trigo y para la carne: queremos reglas claras que pueden sostenerse en el tiempo. Sólo una salida estructural nos permitirá seguir creciendo”, consideró Basterra.