El ministro de Agricultura, Luis Basterra, declaró que el objetivo del Gobierno al reducir un 50% las exportaciones de carne es que se estabilicen los precios de ese alimento en el mercado interno. Pero prometió que se irá ampliando el volumen habilitado para la exportación en la medida que se vaya verificando esa situación.
“Es una medida que se tomó para ordenar las relaciones que existen dentro de la cadena y para generar una mayor oferta en el mercado interno, y validar que si estas medidas alcanzan el objetivo, que es estabilizar los precios de la carne, progresivamente se va a ir ampliando el volumen habilitado para la exportación”, explicó el funcionario nacional en diálogo con Radio Nacional.
Por cierto, hace rato que Basterra no acepta ser entrevistado por periodistas especializados.
El ministro de Agricultura dejo en claro el orden de prioridades del gobierno, que están claramente más alineados con los objetivos de la Secretaría de Comercio Interior que con los de su propia cartera. “A la Argentina y al Gobierno le interesan sobremanera las exportaciones, son determinantes para la economía de nuestro país, pero más importante es que las familias argentinas tengan acceso a la carne en precios que sean compatibles con lo que es la evolución de la economía argentina”, sopesó.
En declaraciones a El Destape, otro medio oficialista, el ministro ya había declarado que “todos los actores, desde los productores, los gremios y los exportadores, coincidieron que es necesaria la intervención del Estado”. En Radio Nacional abonó esta extraña hipótesis.
“En la mesa que compartimos hace dos días con el Presidente y los distintos actores de la cadena, coincidimos de manera unánime en trabajar para que la mesa de los argentinos tenga carne disponible y los cortes que tradicionalmente forman parte de la dieta de las familias argentinas”, afirmó Basterra.
Ahí agregó que “esto librado al mercado no logró ordenarlo, no se logró hacerlo sin la intervención del Estado; no se puede dejar librado a las fuerzas del mercado para alcanzar un objetivo”.
Ahora, el ministro que desde hace un año y medio tiene un proyecto de plan ganadero que no prosperó hasta ahora por falta de recursos y decisión política, comenzó a hablar nuevamente que el objetivo final es aumentar la producción de carne.
“La ganadería argentina sostiene índices que no han mejorado en términos de productividad”, evaluó, yh de allí argumento que “por eso la importancia de consensuar un plan ganadero con los gobiernos provinciales y los interlocutores del sector productivo, porque se demuestra que efectivamente hay posibilidades de mejorar esos indicadores”.