Luis Basterra, flamante ministro de Educación de Formosa, será poco recordado tras su paso de casi dos años en el Ministerio de Agricultura de la Nación. Quizás lo rememoremos por su largo pelo canoso que le colgaba por la espalda, atado con una colita. O por su confesión sobre que era vegetariano. O porque le tocó convivir con la pandemia…
Pero pocas fotos conservaremos de él junto a los principales líderes de este país. Con Alberto Fernández solo posó en dos ocasiones: el día de su jura y otra en Olivos, tras un acto en el que se anunciaron mentirosos presupuestos millonarios para la agricultura familiar. Más se destacó en ese momento el perro presidencial, Dylan, que el saliente ministro.
Hasta Fabiola Yáñez, la pareja de Alberto, se sacó más fotografías con Basterra que el propio Presidente de la Nación, finalmente su jefe. Era en aquellos momentos previos al escándalo de los festejos prohibidos en Olivos, y cuando todos parecían preocuparse mucho por la situación de vulnerabilidad de la mujer rural.
En cambio, apenas una semana después de haber prestado juramento, el nuevo ministro de Agricultura, Julián Domínguez, ya acumula muchos más retratos de importancia que su antecesor. Y todo ellos han surgido de una acalorada e intensa actividad desplegada para destrabar la ríspida relación entre el gobierno nacional y las entidades agropecuarias, que viene tensa desde hace más de 15 años.
La actividad del nuevo ministro de Agricultura es apabullante. Repetimos, en solo siete días logró acumular todas las fotos necesarias para convertirse en el nuevo hombre fuerte de la política agropecuaria argentina. En política, se sabe, la bendición de los más poderosos se cotiza en selfies.
Así logró, primero que todo, decirle a Matías Kulfas, que hasta ahora era la voz cantante del gobierno en el espinoso tema del cierre de las exportaciones de carne vacuna, que por favor se corriera de escena, pues había sido designado él para resolver ese entuerto.
Domínguez, con esa impronta, también se reunió con el ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien convenció de enviar al Congreso el demoradísimo proyecto de ley para crear un programa de estímulo a las inversiones agroindustriales, que el propio Alberto había prometido en la apertura de sesiones ordinarias de este año pero que luego quedó cajoneado.
Y así también, el fin de semana el infatigable Domínguez recibió todo el apoyo del flamante jefe de Gabinete de Ministros, el tucumano Juan Manzur, a su plan para convencer a la Mesa de Enlace de levantar la amenaza de medidas de protesta en contra del cepo a la carne vacuna.
Y hasta el propio Presidente Fernández, que jamás había recibido en soledad al formoseño Basterra, se hizo un lugarcito el fin de semana para recibir en su residencia de Olivos al incansable ministro de Agricultura, dándole todo el crédito necesario para que llevara a cabo su difícil misión.
Y así, todavía hay más, el formidable ministro de Agricultura logró reunir el apoyo de los dirigentes sindicales más importantes para aplicar su meditado plan para rehabilitar paulatinamente las exportaciones de carne, recuperar las fuentes de trabajo en la industria frigorífica, y lograr un futuro de paz, pan y trabajo para todos y todas. La presencia de Alberto Fantini, del Gremio de la Carne, y de nada menos que el camionero Hugo Moyano, fue una prueba del apoyo cosechado.
Incansable, nuestro nuevo ministro, horas antes de la cita que lo reunirá por primera vez con las gremiales agropecuarias, montó una reunión del Consejo Federal Agropecuario, donde la llamativa presencia de un gobernador, el santafesino Omar Perotti, confirmó que esta salida del cepo será respaldada por las provincias aliadas del gobierno. No en vano se dice que esta tarde -como antesala a la Mesa de Enlace-, Domínguez se reunirá con el bonaerense (¿?) Axel Kicillof, el entrerriano Gustavo Bordet y el pampeano Sergio Ziliotto, además de Perotti. Todos unidos triunfaremos.
Realmente suena demoledor el álbum de fotografía que en apenas una semana de gestión se armó el nuevo titular de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca. ¿Cómo dudar entonces de que este sea el funcionario más adecuado para destrabar el empiojado tema de la carne y encarrilar las relaciones con el sector agropecuario? ¿Cómo dudar si salta a las luces, o mejor dicho a los flashes?
Aunque quizás haya que dudar un poco… Porque le falta una foto importante todavía, que nos obliga recurrir al archivo.
Quizás cuando Domínguez obtenga ese retrato que le falta, también nosotros lo aplaudiremos.
y cuando le sacaban fotos al marmota con sus inauguraciones falsas y con publico rentado?
Te acordas del colectivo trucho?
Te acordas de la ruta que a la noche levantaron todo?
Te acordas cuando fue a la arrocera de Aranda y no habia nadie? tuvieron que arrear peones para hacer de publico y no anunció nada…….
Esas fotos no contaban verdad?
Uds son unos golpistas impresentables.