Los diputados de todos los partidos políticos de Francia enviaron este martes a la Unión Europea (UE) un mensaje aplastante de rechazo al acuerdo entre ese bloque con el Mercosur. Dentro de la Comisión Europea hay opiniones divididas, y se pretende sacar adelante ese demorado pacto comercial con el apoyo de muchos países, encabezados por Alemania y España.
En Francia el tema escaló en el debate publico luego de intensas protestas de los productores. Con esas protestas como telón de fondo, todos los partidos galos se pronunciaron contra el acuerdo UE-Mercosur alcanzado en 2019, pero nunca aplicado porque las partes no terminan de firmar.
El martes, 484 diputados de todos los sectores aprobaron una resolución presentada por el Ejecutivo francés, mientras que 70 los hicieron en contra. Pero esto no quiere decir que estos últimos (esencialmente de La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon) estén a favor de un marco de libre comercio con Mercosur.
La ministra de Agricultura, Annie Genevard, subrayó que todos los partidos políticos fueron unánimes en el rechazo al acuerdo. Cree que a partir de esta movida a Francia se le va a prestar atención en Bruselas y que en París tienen la esperanza de que otros países los imiten.
La posición francesa radica en que a partir del acuerdo se teme una avalancha de importaciones de productos del agro desde los países del Mercosur, en especial en rubros como carne vacuna, pollos y azúcar. El argumento adicional es que en los países sudamericanos no existe las mismas limitaciones en el uso de fitosanitarios o de antibióticos para la cría del ganado que en la UE.
“La agricultura no debe ser nunca una variable de ajuste”, señaló Genevard, en referencia al texto acordado en 2019 entre la UE y Mercosur, que se encuentra bloqueado desde entonces, sobre todo por las resistencia de Francia.
De todos modos, más allá de los sucesivos fracasos, la ministra consideró que en diciembre próximo hay un “riesgo real” de que salga adelante el acuerdo, y por eso advirtió que “no es aceptable”.
“Si nos oponemos a este acuerdo no es por dogmatismo sino por pragmatismo”, explicó la ministra de Agricultura, que estableció que la consecuencia del acuerdo sería que muchos productores franceses que están sometidos a unas reglas sanitarias o medioambientales mucho más estrictas dejarían de ser competitivos lo que entrañaría “la deslocalización de una parte de la agricultura” gala.
Por eso, una de las condiciones que pone Francia para retomar la idea de un compromiso entre la UE y Mercosur, como dijo la ministra delegada del Comercio Exterior, Sophie Primas, es que la UE incorpore las llamadas “cláusulas espejo”. Es decir, que se exija a los agricultores argentinos o brasileños lo mismo que a los franceses o alemanes.
El Senado de Francia iba a cotar nuevamente este miércoles su rechazo al acuerdo. Estos pronunciamientos son resultado de una iniciativa del primer ministro, el conservador Michel Barnier, que pretende convencer a las instituciones europeas de desistir del acuerdo con el Mercosur.
El Gobierno francés ha advertido además a la Comisión Europea que para ser adoptado el acuerdo, éste debe ser sometido al voto de cada uno de los parlamentos de los Veintisiete países miembros.