A Jorge Masi Elizalde la seca del 2008 y 2009 le llevó la mayor parte de su rodeo vacuno. Para seguir en la actividad decidió diversificarse y apostar por la producción ovina, cuya inversión por animal es menor.
No contaba entonces con que años más tarde se vendrían tres eventos de La Niña consecutivos, que lo obligarían a desprenderse de gran parte de la majada, algo le sucedió a muchos otros ganaderos de ovinos que se quedaron sin forraje para alimentar a la hacienda.
Optó entonces por seleccionar las mejores “borregas” para apostar a reiniciar el ciclo productivo con la llegada del Niño, que en muchas regiones se está demorando más de la cuenta y genera preocupación.
“Tuve que deshacerme de la mayor parte de la majada y me quedé con corderas que ahora ya son borregas, pero por suerte no pude salir de la actividad. La situación en el oeste de Buenos Aires está dura, sigue sin llover”, dijo el productor en una charla con Bichos de Campo.
Para “zafar” el rodeo tuvo que apostar por la suplementación con rollos, que hoy cuestan nada menos que 40.000 pesos más flete. “Por suerte con poco a la oveja la podés mantener. En mi caso el silo de maíz lo destiné a las vacas pero me estoy quedando sin y tendré que achicar el lote si no llueve. Está embromada la situación”, afirmó.
A pesar de todo y al igual que tantos otros productores, Masi Elizalde contagia optimismo, característica que lo lleva a creer que se va a salir de este mal trago.
Y por eso va por más. Lejos de sentirse abatido por las pérdidas económicas y productivas, ya tiene diseñada su marca para comercializar cortes de carne ovina envasados al vacío.
La marca es “Le Petit Mouton” que en español se traduce como “El Pequeño Cordero”. El productor dijo que ya la tienen patentada y que van a trocear y envasar la carne, un emprendimiento que encaró con su esposa.
“Su precio es inferior al de la carne vacuna y le da valor agregado a la producción. La idea es mandar a frigorífico, la res despostarla en otro ciclo 2 y en uno ciclo 3 cocinar ciertos cortes y venderlos listos para consumir”, detalló.
Masi Elizalde está convencido de que hay mucho mercado por conquistar: “Es un mercado por desarrollarse. Apenas se consume 1,3 kilos por habitante en la zona extra patagónica y ni hablar de la exportación a lo que todavía no llegamos”.
Su majada es de la raza Texel “que no tiene el olor a oveja característico y es tiernísima”. El productor aseguró que ya tiene muchos pedidos de carniceros.
Cuando tenga todo listo, la carne se venderá en su localidad, 9 de Julio, y luego espera expandirse en las localidades de la zona.
“El negocio es bueno y vamos a incluir a toda la familia. Se pueden generar más puestos de trabajo y ya hay experiencia de otros productores a los que les está yendo bien. Además, con el negocio en marcha, aparecerá la figura del recriador lo que significará más desarrollo ovino y más agregado de valor”, finalizó.
Felicitaciones Jorge Elizalde por aplicar el ingenio y ofrecer una novedosa presentación de producto!!
Al leer su historia y seguramente similar a la de muchos otros en estos tiempos, me llevó el pensamiento a la nota de bichos de campo allá por el mes pasado al tambo de Mendoza que tuvo la generosidad de compartir la solución que le dió al mismo problema. Se trata del uso del FVH Forraje Verde Hidropónico. Lo invito a que se informe sobre eso. He tenido en MdP cultivos en el sistema y cuente con lo que necesite porque es realmente interesante para las nuevas formas de producción.