Los fantasmas se convirtieron en una realidad. Los temores que había respecto de una caída en los precios de lo que se vende carne vacuna a China se concretaron en los últimos días. Los exportadores indicaron que los precios del garrón y del brazuelo, los principales cortes que se envían, y que habían llegado a los 8.700 dólares la tonelada esta semana cayeron a 8.200. La baja es de 6%.
En el caso de los sets de cortes de vacas la caída fue de 300 dólares. La media res en 17 cortes pasó a valer 6300 dólares y en 5 cortes 6000 dólares por tonelada.
Los operadores locales dicen que esto es consecuencia de los temores de los importadores chinos a una menor demanda por el confinamiento al que obligó el gobierno ante el rebrote de Covid en aquel país, aunque otros dicen que ese es simplemente un argumento comercial hacer bajar los valores.
Hay que tener en cuenta que China venía pagando precios cada vez mayores a pesar de haber superado el período de mayor demanda, que usualmente se da con los festejos del año nuevo lunar y que este año se realizaron a inicios de febrero. Desde entonces, lejos de retrotraerse, los valores se afirmaron.
China es el gran demandante global de carne vacuna. Para la Argentina significa el 70% de las exportaciones. Uruguay por su parte hace dos años vendía a ese mercado el 46% de sus exportaciones y en este el 68% del total en detrimento de otros destinos importantes, como el Nafta y la Unión Europea.
La baja en los precios todavía no se trasladó al precio de las vacas en el mercado local, que por el contrario lograron el miércoles precios superiores a los de las últimas jornadas. En el Mercado Agroganadero de Cañuelas se pagaron valores corrientes de 200 a 230 pesos por las de mejor gordura y de 175 a 190 pesos por las tipo manufactura y conserva. El valor promedio fue de 196 pesos, 4% más que en el último remate de Liniers.
El impacto, de continuar esta tendencia del mercado chino, podría verse en los próximos meses cuando aparezcan las vacas de descarte de los campos de cría. Pero eso también está en duda debido al fuerte interés que en el último año demostró la demanda de ese país, donde cada vez se consume más carne vacuna y en el que según estimaciones del USDA este año importaría más de 3 millones de toneladas.