En pleno auge internacional de los valores de trigo la producción proyectada del cereal en la Argentina para el próximo ciclo 2022/23 sería de 20,5 millones de toneladas, una cifra inferior a los 22,4 millones logrados en 2021/22.
Así lo estimó hoy el equipo de profesionales de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires durante el evento “A Todo Trigo” que se está desarrollando hasta mañana viernes en la ciudad de Mar del Plata.
Esteban Copati, Jefe del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, expresó que la superficie a ocupar con trigo durante este nuevo ciclo alcanzaría las 6,6 millones de hectáreas para registrar una caída interanual del 1,5%.
Además de la reducción de área, cabe esperar un uso menos intensivo de los fertilizantes en función de que el valor interno del trigo, intervenido por el gobierno nacional, no logró evolucionar al mismo ritmo que la suba de costos de producción.
A diferencia de lo que sucede con el trigo, se proyecta un crecimiento de la siembra de cebada, que pasaría de 1,20 a 1,30 millones de hectáreas, el cual también es limitado en función de las enormes oportunidades presentes en el mercado internacional.
Por su parte, Sofía Gayo, analista del Departamento de Investigación y Prospectiva Tecnológica de la Bolsa de Cereales, indicó que en la campaña 2021/22 el trigo alcanzó el 35% del área sembrada con un nivel alto de tecnología, el cual se relacionó principalmente con mejoras en la fertilización y el uso de productos biológicos para el tratamiento de semillas.
Pero luego anticipó que para la campaña 2022/23 el uso de ciertas tecnologías se vería restringido, por lo que el manejo técnico sería clave para hacer un uso más eficiente de insumos. La buena noticia es que la mayor parte de las regiones productivas cuentan con un buen nivel de humedad en el perfil del suelo para arrancar las siembras sin inconvenientes.
En lo que respecta a la oferta exportable de trigo, para esta campaña 2021/22 se proyectó en un récord histórico de 15,0 millones de toneladas (500.000 toneladas más que las estimadas por el Ministerio de Agricultura), mientras que en 2022/23 podría caer a 13,0 millones de toneladas en condiciones climáticas normales. Es decir: al menos dos millones menos gracias a los efectos del intervencionismo.