En junio la oferta de carne vacuna al mercado local provocó que el indicador que mide el consumo interno de carne tocara casi los 60 kilos anuales por habitante (59,47 kilos). Algo así no sucedía hace varios años. El indicador asi aislado remite a la oferta de carne que había disponible para los argentinos antes de que estallara la demanda desde China.
El dato lo publicó la secretaría de Agricultura en el informe de indicadores sectoriales. Con esta fuerte suba del consumo en junio, el promedio móvil del consumo per cápita llegó a 51,3 kilos, con un salto de 5,44% respecto de igual mes de 2022.
Pero los casi 60 kilos de carne de junio surge de anualizar la cantidad de carne que el mes pasado se destinó al mercado interno. El salto es muy importante respecto del promedio de los meses previos. En el primer semestre ese indicador fue de 52 kilos, lo que significa que en junio el aumento fue de 15% respecto del período en cuestión y de 20% respecto de mayo.
La causa principal de este salto en la oferta para el mercado interno, que además cuenta con un fuerte abastecimiento de carne de pollo y cerdos, tiene que ver con la reducción en los volúmenes exportados, mientras que los niveles de faena y producción siguen en niveles altos y con aumentos de 12% y 10% respectivamente.
Las exportaciones de junio cayeron a 71 mil toneladas res con hueso, lo que significó una baja respecto de mayo de 24%. Este comportamiento se relaciona con los bajos precios que paga China, el retraso cambiario y la suba de los valores de la categoría “vacas”, con la cual se atiende a ese segmento del mercado. Sin la exportación, toda esa carne se volcó al mercado local.
Allí, además, los exportadores deben cumplir con la venta de cortes a precios subsidiados y no puede despachar una lista de 7 cortes populares, lo que también complica la integración del negocio.
El combo afectó el mes pasado la operatoria de los frigoríficos que venden carne al extranjero y recortó negocios en un momento de crecimiento de las compras de parte de los importadores asiáticos, que empiezan a hacer stocks para los festejos del año nuevo lunar, fiesta de la que el sector cárnico argentino mirará de lejos en tanto continúen las políticas vigentes hacia el sector, que restringen los embarques.
Con esta oferta interna de carne vacuna en 60 kilos promedio, más otros 46 kilos que aporta el sector avícola y los 17 kilos que suele aportar el sector porcino, el consumo interno de proteínas animales cuenta con 123 kilos por habitante al año.
Semejante oferta para una demanda interna castigada por la inflación y la crisis económica limita la actualización de valores tan anhelada, y necesitada, por los productores ganaderos.
Esta muy bien lo que hace el gobierno de garantizar primero la mesa de los argentinos y después que el excedente se exporte y no al revés. Estamos cansados que los agrogarcas se quejen y están ganando más plata que nunca. O tiramos parejo entre todos porque a los del campo no les creen sus cuentos más nadie.
Peroncho gorilon. No hay terneros para reponer los que se faenaron como novillitos porque los de esta zafra se vendieron a bajo peso por la sequia y no estan listos para la faena. Faltan novillitos para el mercado interno y para la exportacion. Y como los peronchos no comen vaca vieja porque es dura, no van a comer carne por 6 meses a menos que traigan rezago de Uruguay, Paraguay o Brasil.
Les molesta q el pueblo pueda comer??? Esto ya es el colmo, q asco diosss
En la calle se dice “cobre el aguinaldo y al fin pude hacer un asado”.
Totalmente de acuerdo con Eduardo
La produccion agropecuaria es suelo + lluvia + trabajo + capital + vacas + semillas. Si falta algun factor el resultado es menos produccion y eso hace subir el precio. Matematica pura.
La produccion agropecuaria es suelo + lluvia + trabajo + capital + vacas + semillas. Si falta algun factor el resultado es menos produccion y eso hace subir el precio. Matematica pura.
Algun dia viviremos en un pais libre de peronchos cabeza de termo y atorrantes.