En el partido de Tandil, que es muy pujante en materia de producción agrícola, rige una ordenanza desde 2011 que regula las aplicaciones de fitosanitarios. Pero la presión de grupos sociales -que incluso han logrado un amparo judicial para declarar algunas zonas prohibidas- y los avances en materia tecnológica forzaron al Consejo Deliberante local a trabajar en una actualización de esa normativa, que debería estar lista antes de fin de año.
A primer a vista, el debate se produce como debería ser: los concejales de los principales partidos políticos están dejando la grieta de lado para encarar la discusión con objetividad y por eso prometen para antes del 10 de diciembre una nueva ordenanza “que seguramente no dejará conforme a nadie”, según anticipan María Condino (UCR) y Juan Ariel Risso (Frente de Todos).
“Estamos modificando una ordenanza que ya tenemos desde 2011 y llegó el momento de cambiarla porque avanzó la tecnología y entonces era necesario encontrar un texto nuevo. En el medio de la redacción surgió un conflicto que terminó en una cautelar presentada por una asociación de vecinos, pero nosotros ya teníamos la intención de cambiar la normativa”, dijo Condino, cuyo partido desde hace 18 años gobierna en Tandil.
La realidad es que gobierne quien gobierne, hay un conflicto en Tandil entre vecinos que denuncian a los aplicadores y los productores que necesitan utilizar agroquímicos en ciertas parcelas de los perirubanos.
-¿Podrá la política aliviar tensiones?
-Bueno, lo que hicimos fue incorporar esas voces en la discusión, tomar sus intenciones, conceptos e ideas pero también las demás. Lo que pasa es que la pandemia no colaboró, tuvimos que hacer mucho zoom y no pudimos hacer grandes asambleas, pero sí hicimos más de 20 reuniones con todos los actores que conforman esta discusión- remarcó la concejal radical.
Mirá la entrevista completa a María Condino:
Condino se refirió al trabajo de la Comisión de Trabajo y Medio Ambiente del Concejo Deliberante, conformada por concejales de distintas fuerzas políticas. Y reforzó: “Nos reunimos con todos, hablamos con médicos, con gente que hace agroecología, con productores, con asociaciones vinculadas al medioambiente, con gente del nivel provincial y nacional y hasta con gente de otras ciudades a las que les pasa algo parecido de lo que sucede en Tandil”.
Y aclaró: “No nos vamos a ir a ninguno de los dos extremos y vamos a redactar una ordenanza que sea buena para Tandil, o sea no vamos a copiar el modelo de ordenanza de otra ciudad porque hay ciudades más agrícolas o más ganaderas que otras, y hay diversas producciones. Nosotros medimos la cantidad de hectáreas que puede implicar una exclusión”.
“Lo que probablemente suceda es que, una vez que salga la ordenanza, ambos lados estén enojados con los concejales de todos los bloques pero si eso pasa quiere decir que la ordenanza fue buena”, afirmó la concejal.
Mirá la entrevista completa a Juan Ariel Risso:
Por ahora, en el debate no se establecieron áreas vedadas: las distancias precautorias serán lo último que se establecerá pues el acento de la nueva ordenanza está puesto primero en otros aspectos. Risso explicó que “primero debe estar consensuado todo lo que tiene que ver con el control de salud, con los registros, con saber quién aplica y en qué condiciones lo hace, además de abarcar toda la cuestión tecnológica que va a ser obligatoria. Todo eso es clave”.
“¿Qué seguridad le damos a ese vecino o vecina que vive al filo de, por ejemplo, la circunscripción 1 que tenemos en Tandil y que es la última calle que divide lo urbano de la zona rural? Ahí sabemos que la discusión no pasa solamente por cuántos metros de exclusión sino por la seguridad, al menos hasta que podamos tomar las medidas como corresponde”, planteó el concejal del Frente de Todos de Tandil, quien dijo que la fijación de una posible franja de exclusión quedará para el final.
“Se generan discusiones donde al final preguntan ´Pero ¿Y cuántos metros?´ pero ya sabemos que ahí no está la discusión, sino en que hay que controlar bien y generar los mecanismos tecnológicos que hoy están vigentes para que todo sea más efectivo, y también hay que tener en cuenta una cuestión cultural y de capacitación para el productor que es el que en definitiva toma la decisión en su campo sobre qué hacer y qué no hacer”, concluyó el político tandilense.