Hoy por la mañana la Comisión Directiva de SOEA informó que había decidido una medida de fuerza por 24 horas con “paro de plantas con mantenimiento de guardias mínimas desde el día 4 de noviembre de 2021 a las 10 horas al 5 de noviembre de 2021 a las 10 horas”.
En el comunicado del sindicato se expresó que “a raíz de los hechos que se han venido desarrollando, donde el conjunto de compañeros/as se ven afectados en sus ingresos a raíz del impuesto a las Ganancias, se ha decidido tomar la medida de fuerza en razón de poder arribar a un urgente solución atento a la afectación en los salarios de los compañeros/as”.
“En el día de fecha –asegura el comunicado de SOEA– un grupo de más de 500 trabajadores/as se presentaron espontáneamente en la sede de nuestra entidad sindical, manifestando el descontento y la problemática que los viene afectando. De esta forma, luego de un amplio y tenso debate, se decidió con el conjunto de trabajadores/as, tomar la presente medida de fuerza”.
Es decir: en lugar de protestar frente a la Plaza de Mayo para exigir al presidente Alberto Fernández que no aplique impuestos excesivos a los salarios de los trabajadores, los gremialistas optaron por intentar bloquear la actividad de las industrias aceiteras de Cargill, Bunge, LDC Commodities, Terminal 6, Molinos Agro, Renova y Cofco localizadas en el sector norte del Gran Rosario.
En septiembre pasado el gobierno nacional oficializó un aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias para establecerlo en una suma mensual de 175.000 pesos brutos, una cifra que es superada con creces por la mayor parte de los trabajadores aceiteros luego de la paritaria negociada en agosto pasado.
Pocas horas después de anunciado el paro, la directora nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, Gabriela Marcello, dispuso la conciliación obligatoria a SOEA para dejar sin efecto la medida de fuerza.
La Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) rechazó el imprevisto cese de actividades de SOEA al entender que el pedido excede el ámbito de acción del sector privado.
“Dada la existencia de sueldos altos en la industria, todos los trabajadores están sujetos a retenciones por ley. Las empresas se ajustan plenamente a su cumplimiento y no existen errores ni prácticas de retenciones fuera de la ley más allá de algunos argumentos insólitos del sindicato”, explicó Ciara a través de un comunicado.