“A punto de cumplirse un año del bloqueo que inició una pesadilla para la empresa Lácteos Vidal, pareciera que la Justicia laboral está empeñada en complicar cada vez más la situación de una pyme que nunca incumplió con los trabajadores, ni con ninguna de sus obligaciones”.
Con esa frase se inicia un comunicado de Apymel. La asociación que agrupa a unas 250 pymes lácteas de todo el país, lanzó “una llamado a la racionalidad judicial, para evitar que este sea un antecedente negativo para la industria nacional”. Es que hay un juez laboral involucrado en la causa, llamado José Ignacio Ramonet, que exigiría a la fábrica de quesos de Carlos Casares que reubique en sus puestos de trabajo a 26 empleados despedidos tras aquel conflicto, lo que la obligaría además a prescindir de las 25 personas que fueron contratadas para reemplazarlos.
En su escrito, Apymel recuerda que hace un año “la invasión a la propiedad privada, las amenazas, la imposibilidad de poner en marcha la producción de lácteos fueron los motivos iniciales del pedido de la empresa para que los trabajadores se presenten en sus puestos”, pero que en ese momento “la negativa derivó en una pérdida de confianza que dio lugar a los despidos, a la liquidación de salarios”.
Ya hemos contado las alternativas del caso en Bichos de Campo. Lo cierto es que aquella tanda de 26 despidos (además se cesanteó a tres empleados con cobertura gremial), según recuerda Apymel, “estuvo seguida de la presentación de una cautelar a destiempo de la que se ciñe el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo para presionar para la recontratación de 26 personas”. La presentó Atilra, el sindicato de la industria láctea.
Allí arrancan una serie de críticas de Apymel al desempeño del juez Ramonet, que pondrían en jaque la continuidad de la empresa láctea que hace cuatro décadas tiene su planta de la localidad de Moctezuma. “La referente de la empresa, Alejandra Bada Vásquez, plantea una decidida intención de seguir haciendo lácteos de calidad, ofreciendo sustento laboral a casi un centenar de personas y mantener vigente la iniciativa emprendedora que sus padres le enseñaron y legaron”, aclara la entidad, que marca que esta continuidad corre peligro.
“Lácteos Vidal tiene el principal frente de complejidad en la Justicia Laboral, que dispone un embargo por menos de dos semanas del mes de abril de 5 millones de pesos, a partir del día en el que operaron los despidos. Luego se seguiría sumando dinero de forma infinita, porque a pesar de las presiones del juez Ramonet estas 26 personas no van a ser reincorporadas”, afirma el comunicado.
La pretensión judicial de que Badá de marcha atrás con aquellos despidos implicaría además despedir a las 25 personas que se contrataron para reemplazarlos y poder seguir trabajando. Apymel aclaró que la decisión empresaria en no despedir a esta nueva tanda de empleados “para retomar el vínculo con quienes no valoraron su puesto de trabajo, tal como lo sugiere el propio magistrado en su última resolución”.
“Esta actitud de un juzgado laboral marca un riesgo para el futuro de las empresas en general, pero aún más para las pymes en particular”, definió Apymel, antes de lanzar su “llamado a la racionalidad judicial, para evitar que este sea un antecedente negativo para la industria nacional”.
“La Justicia no puede enceguecerse con el capricho de un gremio y debe ponderar los derechos de todos los involucrados en una causa que tuvo su inicio en un planteo confuso y en un tránsito que se complejizó cada vez más. Apymel acompaña a su empresa asociada en un tiempo muy complejo y aguarda por una salida coherente basada en la letra de la Ley y la Constitución Nacional”, cerró el comunicado.
⁷opino que este juez (con minuscula)] es un simple TRAIDOR A LA PATRIA. AMPARA a malos empleados manejados por un SINDICATO DE PESIMOS ARGENTINOS en desmedro del trabajo honesto. Parece mentira que existan empleados que voten a estos vagos sindicalistas para que destruyan sus propias FUENTES DE TRABAJO. ESTO ES EN TODOS LOS GREMIOS. HAYA JUSTICIA.
En todas las provincias, pasa lo mismo, en el año 2015, cerre un transporte, vendiendo 10 camiones, indemnice a los choferes, y sali del negocio del transporte, los delegados gremiales, son un ancla para tu empresa y los secretarios gremiales, son los socios de tu negocio, ya no les alcanza con aportar gente a las marchas o regalos para las fiestas, te hacen firmar convenios con aportes voluntarios, se llevan chequeras enteras y participan en el negocio de distribución y logística de todas las empresas.
Entiendo que los sindicalistas de ésta actualidad argenta,no pasarían la infima prueba ética.Tampoco muchos empresarios.
Equilibrio..Tienen que co-existir empresa y trabajador;claro está,sin rémoras de feudalismo,,ni desmedida presión de los “patrones sindicales”.
Sabemos las renuncias y agachadas de unos y otros,siempre pierde el más débil de la cadena::el trabajador.
cierren la empresa , no trabajen más para los sindicatos chorros, que vayan a laborar ellos si quieren plata
La parcialidad de las publicaciones sobre el tema son vomitivas. Hablan de ” reclamos repentinos” sobre reclamos que llevan años en los cuales la empresa solo prepoteo a los empleados.
Continuas extorsiones y un republicanismo que solo propician cuando los fallos son favorables y olvidan cuando un juez aplica la ley.
” abrazo solidario” que proponen hoy las personas menos solidarias de Argentina. Y si tratan de mafiosos a los sindicatos, recorran las actitudes de los Vidal como empresarios en relación a las leyes laborales en otros rubros, por ejemplo el de las pizzerías cuando todos vimos en TN que uno de los dueños fue armado a una asamblea sindical