Las compañías exportadoras están en plena carrera de registración de ventas externas de trigo 2021/22 ante la perspectiva de una mayor intervención del mercado por parte del gobierno argentino.
Cuando faltan pocos días para el inicio de la siembra de trigo 2021/22, ya se declararon ventas externas de ese cultivo –que comenzará a cosecharse a fines de noviembre próximo– por casi dos millones de toneladas.
La mayor parte de las ventas de trigo “nuevo” fueron realizadas por las filiales argentinas de Cofco, Cargill, Bunge y ADM: entre las cuatro concentran el 85% de las 1,97 millones de toneladas registradas hasta el momento.
El registro de exportaciones de trigo 2020/21, si bien en teoría permanece abierto, en realidad está cerrado de facto porque el gobierno argentino considera que el sector exportador ya cubrió su cuota de embarques correspondiente a la presente campaña comercial.
En ese marco, aquellos exportadores que adelanten registraciones de embarques de trigo “nuevo” tendrán más posibilidad de asegurar operaciones de comercio exterior respecto de aquellos que lo hagan cuando la cifra declarada se vaya acercando al sado exportable potencial estimado por las autoridades del Ministerio de Agricultura.
Adicionalmente, el hecho de que el sector más radicalizado de la coalición gobernante –cuyo mayor exponente es la secretaria de Comercio Interior, Paula Español– quiera implementar cuotas de exportación a los cereales, contribuye también a estimular la registración anticipada de embarques de trigo.
La intervención informal implementada por el gobierno argentino en el mercado de trigo obliga a los productores de ese cereal a seguir de cerca las registraciones de embarques, dado que, una vez completados los saldos exportables definidos por el Ministerio de Agricultura, el trigo remanente en el mercado interno queda como “coto de caza” del sector molinero.
El precio del trigo argentino está “muerto” luego del cierre virtual de las exportaciones