Pablo Richetta es un ingeniero agrónomo especializado en ventas dentro del sector agropecuario. Envió este artículo a la redacción de Bichos de Campo y hemos decidido publicarlo porque habilita un debate sobre las tecnologías utilizadas para la siembra del maní en el país, y propone alternativas que se orientan a hacer más eficiente su proceso.
Esta es su opinión:
La incorporación de los dosificadores neumáticos ha demostrado ser una gran ventaja en el cultivo. A medida que los hemos estado utilizando, hemos podido comprobar sus beneficios. Sin embargo, actualmente en Argentina, el maní aún se siembra mayoritariamente con dosificadores mecánicos.
Cuando ingresaron al país los cultivares “runner” en los años 80, estos poseían granos más grandes (hasta 18 mm de largo) y presentaban dificultades para ser sembrados con distribuidores mecánicos. Una de las soluciones que se encontró en ese momento fue cambiar las placas de agujeros redondos por placas con alvéolos o celdas oblongas (placa tipo tarja), en donde el largo de la celda de carga era de 36 mm.
Esta placa permitía alojar granos de 18 mm de largo como los tipo runner. Sin embargo, el problema es que como la semilla de maní no presentaba uniformidad en el tamaño, ese alvéolo o celda podía alojar uno, dos o tres granos dependiendo del tamaño de los mismos. Esta placa lograba sembrar las semillas deseadas por metro pero con muy mala distribución de las mismas dentro de la línea de siembra, ya que podía caer una, dos o tres semillas al mismo tiempo.
En la actualidad esta placa sigue siendo la más utilizada y por ende gran parte de la superficie sembrada en Argentina no goza de buena distribución. Cuando las semillas no tienen una equidistancia entre ellas dentro de la línea de siembra, darán origen a plántulas que serán sometidas a una excesiva competencia por agua, nutrientes y luz.
El maní es un cultivo particularmente sensible al sombreo. Cuando se presenta esa competencia habrá una planta que sea dominante y otra dominada. La dominante será aquella que haya germinado antes o que haya desarrollado con un mayor vigor o energía.
Esta situación de competencia hace que la producción de vainas de ambas plantas sea menor y el rendimiento por superficie decaiga. Una planta de maní a campo dependiendo de su genotipo y de las condiciones ambientales puede producir 40 vainas. La planta dominante producirá menos de esa cantidad y la dominada prácticamente no producirá vainas. Es decir, que el efecto sobre el rendimiento es negativamente significativo. La planta dominada en este caso se comporta como una maleza -ya que consume agua, nutriente y luz-, pero no produce vainas.
Es necesario darle a cada semilla una superficie similar para que el exceso de competencia no afecte negativamente su crecimiento, desarrollo y producción de vainas.
Los dosificadores neumáticos nos permiten lograr este objetivo. Sus beneficios los podríamos resumir en tres puntos: no habrá fallas (por faltante de semillas), no habrá excesos (por dobles golpes o duplicación) y no habrá corrimientos de las semillas dentro de la línea de siembra.
Cuando un cultivo de maní está mal sembrado no lo podremos mejorar. De ahí que sea importante arrancar con un cultivo bien sembrado. Los dosificadores neumáticos en banco de prueba tienen una eficiencia igual o superior al 99%, aunque para que esto se replique a campo deberán respetarse las indicaciones del fabricante.
Por ejemplo, al ser el maní una semilla particularmente grande y pesada, la turbina deberá tener unas 4.000 a 5.400 rpm para producir -45 a -55 milibares de vacío capaces de llenar la placa y no dejar alvéolos vacíos. Las placas no deberán superar la 40rpm de velocidad, según recomendaciones de Matermacc Siembra Neumática SRL. Un enrasador bien regulado, evita que haya dobles golpes o duplicaciones (dos semillas por alvéolo).
Para el caso del maní, como existen muchos calibres de semillas (38/42, 40/50, 50/60, 60/70 granos por onza) que pueden utilizarse en la siembra, se recomienda elegir la placa adecuada. No es posible sembrar todos los calibres de maní que existen en el mercado con una sola placa. Por ejemplo, si en una placa la distancia de centro a centro de alvéolos es de 14 mm y la semilla tiene un largo de 18 mm, estaríamos frente a un problema con mucha posibilidad que vayan alvéolos vacíos.
Además, es de máxima importancia que se elija una semilla, independientemente del calibre grande o chico, que sea lo más uniforme posible porque esto nos ayudará a que todas las semillas tengan un similar vigor y energía garantizando una uniformidad en la emergencia y evitando que haya plantas dominantes y dominadas, similar a lo que ocurre cuando existe duplicación.
Si bien una placa de dosificador neumático puede sembrar granos no uniformes, no es recomendable desde el punto de vista agronómico.
Para sembrar 14 semillas por metro a 6 km/hora, el distribuidor debe descargar 23 semillas por segundo. Es un número sensible que puede ser afectado con facilidad por alguna irregularidad en la sembradora.
Si a campo no logramos la eficiencia deseada en la siembra, debemos poner atención a la sembradora. Una rueda de mando con exceso de presión produce rebotes en el suelo, ejes de transmisión con excentricidad y pandeos, tensores de cadenas con poco resorte o desplazados de la línea de la cadena, o cadenas sucias y desgastadas afectan los movimientos de la transmisión originando adelantamientos o retrasos en las rpm del distribuidor y causando corrimientos dentro de la línea.
Otros factores que afectan a una mala distribución pueden ser distribuidores mal alineados respecto al tubo semillero o sensores mal colocados en los tubos semilleros que afectan por rebotes, a la velocidad y tiempo de caída de la semilla al surco.
Para aspirar a un máximo rendimiento del cultivo es importante procurar una sementera con semilla de tamaño uniforme (energía y vigor) y bien distribuida. Esto nos permite evitar la competencia entre plantas dentro de la línea y evitar caída de producción.
No es bueno utilizar semillas muy desiguales en su tamaño por más que el distribuidor neumático pueda sembrarlo y recordar que calibres 38/42 de granos grandes, no deberían sembrarse con la misma placa que los calibres con semillas más pequeña como es el 60/70.
Por último, la incorporación de siembra de maní en líneas apareadas favorece enormemente a darle una mejor distribución a cada semilla y mejorar la performance de la siembra, pero este tema lo dejaremos para otra oportunidad.
Muy interesante la nota y más viniendo del Ingeniero Richeta