La ganadería termina un año soñado y arranca otro con buenas perspectivas productivas y comerciales. La demanda interna de carne vacuna siempre dice presente y, según prevé el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la exportación crecería 7%. Esto se va a dar en un contexto de poca oferta de hacienda, lo que estaría garantizando precios otra vez altos para los productores.
Como si fuera poco, el consultor ganadero Víctor Tonelli afirmó que la ganadería argentina ya ingresó en un nuevo ciclo de retención y recomposición de stocks, un proceso que comenzará a sentirse con fuerza en 2026, con menos hacienda para faena, una consecuente caída en la producción de carne y cambios productivos que, a su vez, abren un panorama más alentador para el mediano plazo.
“Para mí ya hemos iniciado el proceso de recomposición de stocks, lo que se da a conocer como ciclo de retención”, sentenció Tonelli, y explicó que el punto de partida se dio hacia el último trimestre de este año.

Según el analista, “el resultado electoral (con el triunfo del oficialismo en octubre) disparó el inicio del ciclo de retención”, en un contexto que encontró al productor con “abundante oferta forrajera” y precios que incentivan a sumar kilos.
“El productor está reteniendo para agregar más kilos, toda vez que el novillo pesado está estimulando con sus precios este camino”, remarcó.
Este cambio de fase tendrá un impacto directo en la oferta de ganado. Tonelli anticipó que durante 2026 habrá una fuerte reducción en la cantidad de animales enviados a faena. “Yo esperaría entre 800.000 y 900.000 cabezas menos, tal vez un millón”, estimó, lo que llevaría la faena a un nivel cercano a las 12,8 millones de cabezas.
Como consecuencia, la producción de carne también se verá recortada. “Al final de la película vamos a tener en torno de 200.000 toneladas menos ofrecidas al mercado”, explicó, aunque aclaró que parte de esa caída será compensada por animales más pesados.
En ese sentido, el analista prevé un aumento en el peso medio de faena. “Veo un incremento que probablemente alcance los 236 o 237 kilos, contra los casi 232 kilos con los que vamos a cerrar este año”, señaló. Este fenómeno está directamente vinculado a la decisión de alargar los ciclos productivos y apostar con más fuerza a la recría.
La recría, de hecho, ya está jugando un rol central en el nuevo escenario. “Las recrías ya comenzaron su proceso”, afirmó el consultor, y sostuvo que eso explica buena parte de la menor salida de animales a faena. De cara a la próxima zafra, espera terneros con mayor peso y un desempeño reproductivo algo mejor. “Yo espero una mejor tasa de destete”, dijo Tonelli, aunque aclaró que la cantidad total de terneros sería similar, ya que habrá algo menos de vientres en producción.
Mirando más allá del corto plazo, Tonelli se mostró optimista con el rumbo de la ganadería. “Para mí 2026 y 2027 van a ser buenos”, aseguró. Su análisis apoyado en un mercado internacional que, por ahora, no muestra señales de sobresaltos. “El mercado mundial no está presentando ningún cisne negro y creo que va a continuar la tendencia de nuevas demandas, nuevos consumidores y una revalorización de la carne, incluso entre los jóvenes”, agregó.
En materia de exportaciones, el analista anticipó un comienzo de año más calmo, pero con una recuperación posterior. “Enero va a ser un mes de transición, lo veo un poco gris”, indicó, aunque proyectó que desde febrero o marzo volverá a verse “un fuerte impulso en la demanda exportadora”. En ese marco, estimó que las ventas externas podrían mantenerse en niveles similares a los actuales, cercanos a las 830.000 toneladas equivalente res con hueso.

La menor oferta total también impactará en el mercado interno. “Las cuentas son muy simples, con una producción cercana a los 3 millones de toneladas y exportaciones firmes el consumo será de 46 a 47 kilos por habitante y por año”.
En cuanto a los precios de la hacienda, el consultor consideró que, con menos oferta y una demanda firme, no hay margen para caídas. “No estoy viendo ninguna posibilidad de que bajen el piso”, afirmó, y aunque reconoció que muchos operadores creen que los valores actuales ya están cerca de un techo, sostuvo que “cuanto menos, los precios en moneda real se van a mantener”.
Finalmente, el analista destacó que la recomposición del stock llevará tiempo, pero sentará las bases para una recuperación más adelante.
“En 2026 vamos a ver una caída de la oferta, pero una recuperación de la producción futura”, explicó, y proyectó que hacia 2027 y 2028 la Argentina podría volver a hablar de producciones del orden de “3,3 millones de toneladas anuales, de ahí para arriba”, siempre que se mantenga la integración al mundo y la libertad de comercio.





