Amalia Valeria Ibáñez Moro es bióloga y se dedica a investigar el impacto del fuego en la regeneración por vía sexual (semillas) de algunas especies leñosas de bosques nativos del Chaco semiárido.
Junto a un equipo realiza su trabajo en el laboratorio de la Cátedra de Botánica General de la Facultad de Ciencias Forestales (Universidad Nacional de Santiago del Estero) con la dirección de la Dra. Sandra Bravo, donde investigan sobre los disturbios en comunidades de especies de esa región.
-¿Las leñosas nativas son los árboles autóctonos que dan “buena madera”?
-Pueden ser árboles o arbustos según las especies. Estas especies le dan un gran valor estructural y económico a estos bosques ya que poseen maderas con usos potenciales y de gran industrialización. Por ejemplo, se utilizan mucho para carpintería rural e industrial, mueblería y aberturas.
-¿Puede nombrar las más representativas?
-En los bosques del Chaco semiárido, predominan el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco) y el quebracho colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii). Aunque también se encuentran representadas otras especies leñosas nativas como el mistol (Sarcomphalus mistol), el algarrobo negro (Prosopis nigra), el chañar (Geofroea decorticans), la tusca (Vachellia aroma) y el garabato (Senegalia gilliesii).
-¿Hay algún recurso no maderero?
-El algarrobo blanco, aunque es una especie muy utilizada para mueblería, es valioso por sus frutos que se utilizan para hacer harina de algarroba, un alimento con muchas propiedades nutricionales. En la actualidad existen líneas de investigación que apuntan al aprovechamiento racional e íntegro de las maderas autóctonas, donde la valoración y el manejo sustentable del bosque nativo cobra un principal protagonismo.
-Además del algarrobo, ¿hay otras especies que han sido diezmadas?
-Sí, el quebracho colorado. Esta gran zona boscosa del Chaco se encuentra expuesta a diferentes tipos de disturbios, ya sean naturales o realizados por el hombre, que han aumentado fuertemente su frecuencia en los últimos años. Entre estos es menester mencionar el fuego y el avance de la frontera agropecuaria, que produce altas tasas de deforestación del bosque nativo. Esto trae como consecuencia pérdida de especies nativas, erosión de los suelos, inundaciones y pérdida de servicios ecosistémicos que son los servicios que da el monte para el bienestar humano.
-¿En algún lugar se está haciendo un trabajo de restauración?
-En Córdoba (Chaco Serrano) hay diversas organizaciones y diferentes municipios que hace años vienen trabajando junto con los pobladores en planes de restauración, ya que en los últimos años han aumentado la frecuencia de disturbios en bosques nativos de la zona. También a nivel nacional hay organizaciones que fomentan la restauración, por ejemplo www.bosquesnativos.org.ar
-¿Cómo es el proceso? ¿Se parte de semillas o de plantines?
-Existen muchos caminos para el proceso de restauración. Desde nuestro lugar en el laboratorio estudiamos las semillas de las especies leñosas y en mi caso específicamente estudio el banco de semillas, que es un reservorio natural de semillas en el suelo que tienen la capacidad de germinar pasado un tiempo. A través de este estudio uno podría determinar la capacidad de regeneración natural de los bosques luego de un disturbio.
-¿Y a partir de ese banco se pueden obtener semillas para usar en áreas a restaurar?
-Sí. Lo que hacemos con las semillas que obtenemos es almacenarlas en condiciones de laboratorio para ser utilizadas en un futuro y de esta forma, nos aseguramos de conservar el material genético. Nosotros no nos dedicamos puntualmente a planes de restauración pero sí de manera indirecta porque todos los estudios que hacemos son para conocer como es la dinámica de cada semilla y saber cuáles son capaces de germinar después de un disturbio. Además, realizamos ensayos de germinación para saber el tiempo que esas semillas pueden mantener su viabilidad, de este modo las podemos almacenar como material genético, por ejemplo para quien realice planes de restauración.
-¿Se han asociado con alguna comunidad u organización?
En los últimos años desde la cátedra se realizan jornadas, talleres y charlas para la gestión preventiva en áreas propensas a incendios de vegetación, destinadas a cuerpo de bomberos, guardaparques y toda la comunidad que esté interesada. Si bien no estamos asociados a una entidad u organización particular, desde la secretaria de extensión de la facultad de Cs. Forestales de la UNSE estamos en continuo contacto con la comunidad en general.
-¿Considera que hay más conciencia acerca de la importancia de cuidar el monte y de proteger la flora nativa?
-Si claro, cada vez más como ciudadanos percibimos la importancia de cuidar nuestros bosques. De hecho el contexto actual que estamos viviendo nos invita a reflexionar el estrecho vínculo que tenemos con la naturaleza y la importancia de poder conectarnos de manera consciente con nuestro medio ambiente.
-¿Cuál es su rol como científicos?
-Tenemos la misión de acercar información que ayude a generar planes de manejo que mitiguen el impacto en la vegetación por el uso de herramientas como el fuego (muy utilizada en esta zona). También, y de suma importancia, poder profundizar, conocer y brindar información de todos los bienes y servicios que nos provee el bosque. De esta manera contribuimos a su valoración y, como ciudadanos, por más que estemos a muchos kilómetros de distancia de un bosque no nos sentiremos tan alejados de ellos, y proteger y restaurar un ecosistema pasaría a ser parte de nuestra vida cotidiana.