Carlos María Vaquer es un ganadero de Ayacucho, capital nacional del ternero, que decidió un par de décadas atrás, cuando pocos se animaban, armar una empresa agropecuaria en Bolivia.
En 2004 conoció, gracias a su amigo Jaime MacLean, a un importante productor boliviano, Antonio Nogales. Le hizo conocer la ganadería local y luego viajaron juntos al país vecino.
Un año más tarde y antes de que empiece la intervención fuerte del Estado en el mercado ganadero local, compraron 42 mil hectáreas con capital de terceros que se convencieron de la propuesta de armar rodeos de cría en Bolivia. La empresa sigue funcionando, contó Vaquer, pero desde 2013 está en manos de otros empresarios también argentinos.
Los campos que compraron en ese momento están en El Beni, “una zona complicada, con un clima muy hostil. Durante el invierno no llueve nada, pero hay veranos en los que diluvia y hay inundaciones importantes que te dejan sin caminos para salir”.
Hoy Vaquer quiere volver a Bolivia, pero en otras condiciones. No quiere comprar para terceros sino un campo para él, y no pretende hacer ganadería de cría sino engorde de novillos y en una región donde se puedan producir sorgos o maíces para suplementar a la hacienda.
“Estamos buscando zona con buen régimen de lluvias, suelos con buena disponibilidad de agua subterránea y con eso creemos que podemos tener buena perfomance en engorde en praderas”, explicó.
Escuhá la entrevista:
Diferentes motivos impulsan el retorno. “Lo primero es que los bancos te ayudan. Te dan créditos a 10 años en pesos bolivianos a una tasa del 6% anual. En segundo lugar, vas al banco y te tratan muy bien, tienen destinados fondos de ayuda al sector agropecuario. En tercer término, los impuestos no tienen nada que ver con los de acá”.
Vaquer indicó que hay un régimen impositivo simplificado, una especie de monotributo que acumula diferentes tributos y hace todo más simple,. Además destacó no se vive con la incertidumbre local respecto de posibles intervenciones en los mercados o con una macroeconomía tan alterada.
El productor agregó que otra ventaja de producir en Bolivia es que el valor de la tierra es mucho más económico. “vendés novillos de 600 kilos y con ese dinero y la ayuda del banco te podés comprar un campo vecino”, indicó.
Entre los puntos en contra destacó que “tenés que estar seguro que los títulos estén bien. En 2004 se había empezado a gestionar el reempadronamiento de las tierras, había problemas serios de títulos, el Estado empezó a revisar y se encontraron superposiciones. Si vas ahora a comprar te dicen en qué etapa del reempadronamiento está esa propiedad”.
expresiones de deseos. yo quiero comprar un campo en Illinois y no salgo en los diarios.
Muy buena informacion