No se sabrá nunca si es una casualidad o el resultado del giro que comenzó a tomar la política argentina a partir del resultado electoral del domingo pasado, donde un libertario como Javier Milei fue elegido como Presidente. Lo cierto es que no son para nada frecuentes las tres resoluciones que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó este jueves en el Boletín Oficial.
¿Qué dicen esas resoluciones? ¿Por qué son infrecuentes? Porque no es usual que el organismo sanitario acepte devolver dinero -al menos públicamente- a empresas privadas debido a que les aplicó mal los aranceles que cobra al sector productivo por prestarle ciertos servicios. Y sí: en otros países muchas de las cosas que hace el Estado son gratuitas, pero aquí en la Argentina -cualquiera sea el signo de gobierno- se cobran taka taka. El Senasa está repleto de aranceles.
“Sustitúyanse los incisos de las asignaciones que corresponden aplicar al Establecimiento Oficial 5190 Honética SA en concepto de retribución de Servicios de Inspección Sanitaria para el año 2023”, dispone una de las tres resoluciones que nos llamaron la atención y que aparecieron publicadas en el Boletín Oficial.
Esto le da derecho a esa empresa, inscripta como matarife abastecedora en la ciudad santafesina de Carcarañá, a reclamar dinero mal cobrado por el organismo, ya que “las nuevas asignaciones serán aplicadas a partir del 1 de enero de 2023. En el caso de existir diferencias respecto de lo efectivamente pagado o de los depósitos en garantía, deberán abonarse o reintegrarse a la empresa los montos correspondientes, de acuerdo con el signo y la cuantía de dicha diferencia”.
Otra resolución aplica la misma corrección al establecimiento Oficial 4760, Francisco Durán SRL, ubicado en Esteban Echeverría. La tercera norma aplica exactamente la misma fórmula al Establecimiento Oficial 955, llamado Fripasa SRL, ubicada en Lomas del Mirador, que como los anteriores “ha solicitado revisar la recategorización estipulada por resolución argumentando diferencias en su producción real”.
Como sea, lo novedoso es que el Senasa acepta como válido ese pedido de recategorización de las plantas y por lo tanto reconoce que cobró aranceles que correspondían a otras categorías.