Los feedlots llegaron a un pico anual de encierre de 2 millones de animales, casi el mismo número que tenían a mediados del año pasado, cuando la seca obligó a sacar los terneros de los campos de cría por la falta de pasto.
Esa hacienda saldrá en breve al mercado y por varios meses habrá carne en cantidad suficiente para atender la demanda de un mercado interno muy dañado. Empobrecida, gran parte de la población tiene serias dificultades para acceder a productos básicos y un porcentaje menor es el que sostiene los precios ganaderos en los niveles actuales.
La faena y producción de carne bajaron cerca de 10% este año, y la exportación creció en los primeros meses. Si no fuera por ambas situaciones, estaríamos en un escenario de caída de valores nominales y reales mucho más alto.
Pero esos sostenes podrían revertirse en el segundo semestre. Hay señales de que está comenzando la salida del ganado de los engordes, que durará varios meses, hasta cerca del verano.
En tal sentido, la analista de Rosgan, María Julia Aiassa, indicó: “Los datos de envío de animales a faena correspondientes a las primeras dos semanas de junio dan cuenta de una mayor salida de novillitos y vaquillonas respecto de mayo, algo que podría llegar a profundizarse durante la segunda quincena para tomar mayor ritmo a partir del mes próximo”.
Luego, agregó: “Resulta crucial que, en los próximos meses, esta mayor oferta estacional que llega al mercado encuentre un consumidor mucho más saneado en su poder de compra, capaz de asimilar este mayor volumen sin resentir los precios”.
A esto hay que agregarle que las exportaciones de carne vacuna se están pinchando. Los embarques arrancaron muy bien este año, con el cumplimiento de negocios cerrados en parte antes de la devaluación. Sin embargo, en abril las ventas cayeron 16% y en mayo el volumen habría sido similar, de menos de 70.000 toneladas, según indicaron referentes de ese negocio.
En este contexto, a los ganaderos les esperan meses complicados. Los costos vienen subiendo y seguirán esa tendencia, pero los precios no.
En lo que va de junio, el novillo promedió 1800 pesos por kilo vivo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), el mismo valor que en marzo y apenas 100 pesos más que en febrero. El retraso es evidente e importante cuando se vienen los meses de más oferta.
Lo mismo sucede con la hacienda de cría. Según el informe de Aiassa, en junio el índice del ternero del Rosgan fue de 1796 pesos por kilo vivo y para la hacienda de cría de 464.411 pesos.
“En lo que va del año, medido respecto de los valores de diciembre de 2023, ambos índices muestran retrocesos nominales del 3% en el caso de la invernada y del 18% en la cría”, que dan cuenta de una fuerte baja en términos reales, afirmó.
A diferencia del ganado con destino a la faena, para la invernada se vienen los meses de menor oferta. Esto debería ayudar a que se recuperen los precios, pero eso se vería compensado con la caída en el valor de lo que se vende a los frigoríficos, ya que reduciría el poder de recompra de terneros para el engorde.