Un pedido de informes presentado por la ONG Impulsar ante la Secretaría de Comercio Interior reveló que el gobierno destinó la friolera de 55.444 millones de pesos a subsidiar la harina mayorista, para evitar desde abril de 2022 una suba de los precios del pan común. Esa política, creada por el ex secretario Roberto Feletti y ratificada por Sergio Massa y Matías Tombolini, fue un estrepitoso fracaso, pues finalmente ese alimento básico subió por arriba de la inflación. Pero en el medio, le permitió al gobierno redireccionar 33.500 millones de pesos hacia solo un holding concentrado que además está en convocatoria de acreedores, el Grupo Cañuelas (Molca).
Con datos al 30 de noviembre pasado, este es el triste balance del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), que se financió todos estos meses con dinero de las retenciones a los derivados de la soja, es decir que se nutrió con recursos de los productores y de los contribuyentes. El dinero que finalmente embolsó Molinos Cañuelas y su controlada Molinos Florencia equivale a más del 60% de los recursos que estuvieron en juego.
Otras empresas que recibieron compensaciones que no impactaron en el mercado del pan fueron lagomarsino, Morixe, Molinos Río de la Plata, Navas y Cia, entre un puñado de firmas.
Este es el final de una película que el gobierno de Javier Milei, según declaraciones de su futuro secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, promete terminar ni bien asuma, junto a todo tipo de regulación del mercado o cepo a las exportaciones. Pero el origen del FETA fue dudoso desde un principio, cuando Feletti pagó a Cañuelas el “subsidio más caro de la historia”, según lo bautizamos entonces en Bichos de Campo, pues adelantó de un saque 1.400 millones de pesos como anticipo a Cañuelas y Florencia para que tuvieran capital de trabajo.
Unos meses antes, el Grupo Molca había pedido convocatoria de acreedores, con un pasivo tan abultado como el de Vicentín (de unos 1.300 millones de dólares), y con el Estado como uno de los grandes acreedores que todavía no recuperaron un peso de todo ese proceso concursal.
Por este asunto, existe una denuncia penal contra Feletti -que renunció horas después de efectuar el pago- de la diputada Marcela Campagnoli que tampoco prosperó. En tanto, los molinos Pyme nucleados en APYMIMRA, patrocinados por EAS Abogados, también cuestionaron judicialmente este fideicomiso administrado por el BICE. Sucede que desde el vamos el grueso de la molinería, conformada por unas 150 empresa, rechazó este mecanismo de subsidios a la harina y la mayoría de ellas decidió quedarse al margen. Finalmente, según este pedido de informes, solo recibieron dinero 24 firmas.
“El nuevo gobierno ya ha anticipado que a fines de 2023 cesará la actividad del FETA.. El final de esa intervención no debe hacernos perder de vista que durante todos estos meses se produjo una irracional transferencia de fondos del sector privado al público, para trasladar luego toda esa montaña de dinero a prácticamente un solo molino beneficiario”, denunció la ONG Impulsar al dar a conocer los últimos datos que obtuvo de Comercio Interior.
Este informe confirma que el fideicomiso destinó finalmente “más de 32 mil millones para el grupo Molca (Molino Cañuelas y Florencia), en un mecanismo de compensaciones que se modificó varias veces y que incluso fue actualizado al día siguiente de ser electo como presidente Javier Milei”.
Para esa entidad, con este balance a la vista queda claro que el fideicomiso “se utilizó para salvar a Molino Cañuelas (la empresa de la familia Navilli), pues se implementó a los pocos meses de que ese grupo -que finalmente recibió más del 60% de los fondos- ingresara en convocatoria de acreedores”.
Para los denunciantes, que ahora prometen ampliar sus denuncias contra el FETA, “esta maniobra fue posible gracias a la cooperación entre a) FAIM (Federación Argentina de la Industria Molinera),bajo el mano de Diego Cifarelli, cuyo estatuto solo beneficia a los grandes molinos como Cañuelas y Florencia; b) la UOMA (Unión Obrera Molinera), ya que en materia laboral todas las pymes deben seguir también los antojos de Molca; c) la SCI (Secretaría de Comercio Interior); y d) la AFIP, que permitió afectando los intereses de todos un abuso de posición dominante y competencia desleal inusitada a una empresa gravemente endeudada con el propio Estado”.
Todavía hay margen para seguir haciendo macanas hasta el 31 de diciembre, cuando deba vencer el fideicomiso triguero. Es que según la Secretaría de Comercio Interior, “al 31 de octubre de 2023 el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino contaba con un saldo total de 1.910.605.372,10 pesos (compuesto de caja de $109.716.311,29 y colocaciones en inversiones elegibles por $1.800.889.060,81)”.
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No, la verdad que algo dá para comentar. ¿Como puede ser que en este país pasen estas cosas a lo largo del tiempo (años), haya denuncias, quienes tiene que actuar no hagan nada, y siga el choreo, y dale nomas hasta el ultimo minuto que se pueda, y al final no pase nada. Ni responsables, ni nadie devuelva la plata, ni nada? ¿Será que es muy dificil de probar la irregularidad, o a nadie le importa?
¿Quien puede cambiar esto? Nadie quiere conforntar a los poderosos, salvo uno mas poderoso que le interese.
Una constante en las últimas decadas.
Me parece que solo decir, el nombre de 3 personas, , de un color político y esconder el de otro x lo menos de igual Responsabilidad para dañar al ciudadano, sin importar su posición política!!!
Una sociedad que valore la Libertad….será mejor si aporta JUSTICIA en cada mínima accion!!…
Como les gusta la opereta eh jajaja altos gringos salta montes
idéntico a lo que sucedió con Vicentín, donde le siguieron prestando, desde el Banco Nación, estando fundido, para que se la llevara fuera del país. siempre igual!
Todo lo que sea para proteger el salario y el poder adquisitivo de los argentinos, está mal.
Todo lo que sea para aumentar las ganancias y la rentabilidad de los dueños de los campos, está bien.
Simple conclusion que deja leer cualquier cosa que sea publicada en este pasquín.