Las exportaciones de granos y subproductos sufrieron una caída del 51% medidas en la cantidad de dólares que aportaron en 2023 al Banco Central, respecto del año anterior. Según el último informe de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), la liquidación de divisas de las empresas del sector rondó los 20.700 millones de dólares el año pasado, contra los 40.438 millones de 2022.
La fuerte merma en el ingreso de divisas tiene que ver con dos situaciones. Una central fue la sequía que arrasó con casi la mitad de la cosecha 2022/23, y que por lo tanto redujo en la misma proporción el volumen de las exportaciones realizadas por las empresas aceiteras y cerealeras (que casi siempre son las mismas). La otra razón secundaria fue el manoseo del mercado cambiario que comenzó a hacer en septiembre de 2022 el ex ministro y candidato Sergio Massa, con regímenes especiales como el Dólar Soja, que actuaron aceleraron la liquidación de divisas para los últimos meses de 2022. Son negocios anticipados que luego faltaron en 2023.
El ingreso de agrodólares no había sido tan escaso desde 2020, cuando las mismas empresas liquidaron 20.274 millones de dólares. Un año después, por efecto de la suba de los precios, subieron considerablemente a 32 mil millones en 2022, y luego llegó el récord histórico de 40.000 millones en 2022.
El dato final sobre liquidaciones por 20.700 millones de dólares se logró luego de que Ciara-CEC informara sobre el aporte de divisas de sus socios en el mes de diciembre: al Mercado Único de Cambios el sector vendió la suma de 1.245 millones de dólares el mes pasado, con una baja del 66% en relación al mismo mes de 2022 y una mejora de 24% en relación a noviembre del 2023. En este último movimiento tiene mucho que ver la cosecha de trigo, que siempre comienza a embarcarse el último mes de cada año.
“Si bien el ingreso de divisas de diciembre fue superior a noviembre, estuvo impactado negativamente por el bajo remanente de granos de la cosecha gruesa, una producción de trigo afectada por el clima y cambios en el régimen de comercio exterior que estableció el BCRA y no permitieron la fluidez necesaria,
particularmente en las cobranzas de productos procesados de la soja que contienen soja importada bajo el régimen de admisión temporaria, que se vio severamente afectado por las nuevas normas de la autoridad monetaria. La industria siguió con altos niveles de capacidad ociosa en terminales portuarias de granos como en la industria de la molienda”, remarcó el informe de Ciara-CEC.
El párrafo previo no es inocuo, pues da cuenta de que en el marco del cambio de gobierno y también luego de la fuerte devaluación de la moneda local (el dólar oficial pasó de 360 a más de 800 pesos), el Estado ha venido demorando la aprobación de los negocios realizados bajo el régimen de admisión temporaria, que son los que se realizan importando soja de países vecinos para procesarla aquí y reexportarla como aceite y harina.