La empresa agroindustrial Vicentin sigue siendo noticia porque cada vez son más los grupos interesados en quedarse con los activos de la firma que entró en default en diciembre del año pasado con deudas superiores a los 1.500 millones de dólares.
Al interés de la multinacional Glencore se sumó el grupo inversor CarVal, que tiene detrás al ex ministro menemista José Luis Manzano. En paralelo apareció un reconocido empresario del agro argentino, Ciro Echesortu (foto de portada), ex CEO de Dreyfus, quien inició conversaciones con un grupo de acreedores de la firma para presentar una oferta de compra y hasta un plan para reactivar su operatoria en el corto plazo.
El ex Ceo de Dreyfus conoce en profundidad los avatares del agro local y suma simpatía entre acopios y productores que conocen su larga trayectoria.
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En la vereda de enfrente el grupo inversor CarVal -que ya nada tiene que ver con la multinacional Cargill, tal como trascendió-, que cuenta con un amplio conocimiento en reestructuración financiera y encuentra en Vicentin una oportunidad única de compra. La empresa que está actualmente en concurso de acreedores y con el grueso de su negocio paralizado, pierde día a día su valorización de mercado. Aquí jugaría fuerte Manzano, quien ahora ronda también a un grupo de acopios de la zona núcleo para sumar adhesiones.
En tanto y a pesar de que la empresa entró en default hace más de seis meses y atraviesa un complejo proceso de convocatoria de acreedores, sus dueños aún resisten. Según detallan fuentes de la compañía su idea primordial es sumar un inversor y no vender. O en el peor de los casos, vender la totalidad de la empresa y no unidades de negocios separadas.
Por otra parte, en los últimos días también hubo novedades de la mano de Cresud, el brazo agropecuario de la empresa IRSA, dueña de los principales shoppings de la Argentina. La empresa agropecuaria lanzó Obligaciones Negociables al mercado por un total de 15 millones de dólares. El dinero recaudado será utilizado como capital de trabajo.
Tal como detallábamos semanas atrás en esta misma sección, Cresud, se convirtió para IRSA en un salvavidas para sobrellevar la pandemia. La empresa tiene actualmente la mayoría de sus centros comerciales cerrados y por eso el campo pasó a tener un lugar más que relevante en su operatoria.
Según cuentan desde IRSA, no es la primera vez que el campo ayuda a salir a flote a la firma: En la crisis del 2001/2002, cuando las ventas en lo shoppings se desplomaron, el sector agropecuario, devaluación mediante, equilibró la balanza del grupo económico.
Por último, hace pocos días Arcor lanzó su propia plataforma de e-commerce para comercializar todos sus productos directo al público. La empresa no quiere seguir perdiendo mercado ante la cuarentena obligatoria que cambió drásticamente los hábitos de consumo. Ante la menor circulación en la gente y la suspensión de clases en los colegios, también se redujeron las ventas de golosinas y snacks. Justamente rubros en los que Arcor tiene focalizado parte de su canal comercial.
Particularmente la plataforma de comercio on line, denominada “Arcor en casa”, comenzó a operar como una prueba piloto solo en la ciudad de Rosario pero pronto estará disponible en todo el país y ofrecerá envío gratis en máximo 24 horas.