Las empresas lácteas no logran salir de su laberinto. El 2020 será recordado quizás como un punto de inflexión para el sector, ya que incluso firmas multinacionales como Danone comenzaron a evaluar una desinversión local. En este marco, Mastellone Hnos, propietaria de la marca La Serenísima y líder en el mercado, anunció la semana pasada que en su tercer trimestre financiero acumuló pérdidas por 1.785 millones de pesos.
La imposibilidad de trasladar la suba de costos a los precios en las góndolas complicó aún más el panorama, en el que también se destaca la retracción del consumo interno producto de la crisis económica. Un cóctel explosivo que afecta a todas las empresas lácteas, desde las pymes hasta las más grandes.
La propia Mastellone detalló en la memoria de su balance que este resultado negativo “se debe fundamentalmente al incremento en los costos de la compañía, superior a 40% desde la última lista de precios de inicios de noviembre pasado, y a la imposibilidad de compensarlo actualizando los precios de venta de sus productos”.
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La empresa señaló que el Gobierno autorizó aumentar los precios de sus productos “apenas 5% promedio en lo que va del año, a través del régimen de Precios Máximos”.
Con este resultado, se trata del tercer balance negativo consecutivo que presenta la empresa ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), ya que durante el primer trimestre informó pérdidas por 1.470 millones de pesos y en el segundo trimestre, por 1.198 millones.
El programa Precios Máximos, impuesto por el Gobierno en marzo pasado y que tenía como objetivo contener los valores en las góndolas, terminó por complicar la operatoria de muchas empresas alimenticias. Incluso, a través de la Copal, los empresarios del sector manifestaron la necesidad imperiosa de incrementar los precios al consumidor a partir del incremento de los costos derivados de la pandemia.
Hoy el Gobierno tendría la intención de desmontar este programa, pero según explican desde el sector alimenticio, particularmente desde la industria láctea, “el mal ya está hecho y las pérdidas que acumulan las empresas será muy difícil de revertir en el corto plazo”.
¡Saltó el chivo! En lo que va del año se duplicaron las exportaciones de carne caprina
Continuando con empresas del rubro alimenticio, una noticia bastante más alentadora viene de la mano del frigorífico cordobés Los Pinitos, que en este 2020 comenzó a exportar carne caprina a Sri Lanka.
La compañía, que tiene su base de operaciones en el departamento de Cruz del Eje, ya hizo dos envíos de unos 1.000 animales faenados cada uno. Antes de fin de año tiene previsto concretar una tercera exportación a este destino.
El plan prevé además continuar a partir de febrero del año que viene con más envíos, para quizás duplicar lo exportador durante todo este 2020 que suma unas 50 toneladas de carne caprina.
Una muy buena noticia para este frigorífico cordobés que también abastece al mercado interno de lechones y corderos.