Esta semana la firma agroindustrial Ledesma anunció que terminó su cosecha anual de caña de azúcar, materia prima a partir de la que fabrica azúcar, papel, alcohol, bioetanol, cuadernos y productos electrolíticos. Lo cierto es que la producción obtenida fue menor a la del 2020, principalmente por la sequía y las restricciones derivadas de la pandemia de Covid-19.
En ese marco, la producción de azúcar física fue de 291.000 toneladas. Ledesma molió 3.256.000 toneladas de caña, de las cuales 2.781.000 fueron propias y 475.000 provinieron de cañeros independientes.
En tanto, durante la zafra Ledesma produjo 54 millones de litros de alcohol y espera alcanzar los 85 millones antes del inicio de la próxima zafra. La recuperación en la demanda de nafta en 2021, luego de la debacle de consumo generada por la pandemia el año pasado, mejoró las perspectivas de esa unidad de negocio. El 90% del alcohol producido se destinará a la producción de bioetanol para el corte obligatorio con nafta en el mercado interno, mientras que el resto se destinará a uso farmacéutico y elaboración de licores. En cuanto al papel embalado, Ledesma estima producir 96.500 toneladas.
En lo que respecta al impacto de la pandemia y las consecuentes medidas de prevención, la compañía explicó que llegó a tener 480 operarios sin trabajar en octubre y noviembre de 2020, cuando la etapa de riego de los cañaverales tiene su máxima demanda de mano de obra. También, por los mismos cuidados sanitarios, llegó a haber 150 operarios menos en fábrica.
Más allá de esta situación particular, los planes del grupo agroindustrial no se detienen e incluso anunció la próxima creación de un parque industrial en Libertador General San Martín, donde tiene su complejo agroindustrial. El proyecto busca generar, con el liderazgo de la compañía jujeña, más empleo e inversiones en una extensión de 224 hectáreas.
Mientras tanto, las corporaciones agroindustriales globales continúan acumulando ganancias extraordinarias derivadas de los sostenidos precios internacionales de los commodities agrícolas y su creciente demanda. Esta vez fue el turno de ADM, que informó que sus ganancias del tercer trimestre aumentaron más del doble. En este caso fue determinante los sólidos márgenes de molienda de semillas oleaginosas y la creciente demanda de aceite vegetal.
El grupo estadounidense con sede en Chicago anticipa que el entorno favorable de la demanda y los márgenes continuará respaldando los resultados en el cuarto trimestre del ejercicio y prevé ganancias anuales récord por acción por segundo año consecutivo.
Concretamente, ADM y sus rivales Bunge, Cargill y LDC (Dreyfus), conocido como el cuarteto ABCD de gigantes del comercio de granos, se están beneficiando ahora de la creciente demanda mundial de alimentos y combustibles renovables a medida que se alivian algunas restricciones pandémicas.
Las ganancias netas atribuibles a ADM aumentaron en términos interanuales un 134% para ubicarse en 526 millones de dólares en los tres meses terminados el 30 de septiembre pasado. Sus ingresos totales aumentaron a 20.340 millones de dólares versus 15.130 millones de dólares en el mismo período de 2020.