Una reconocida empresa de Entre Río afronta una grave acusación. Es el caso de la empresa El Carmen SA, fabricante del jugo Citric. Recientemente, la Unidad de Información Financiera (UIF) se presentó como querellante en la causa que investiga a la compañía por contaminación ambiental en la ciudad entrerriana de Chajarí.
Tras cinco años de amparos, acusaciones y denuncias contra la empresa fabricante de jugos, el organismo nacional solicitó que se designe un interventor en la causa y sostuvo que “la contaminación de tierras y cursos de agua mediante efluentes volcados por parte de la empresa en el arroyo “Las Alpargatas” de Entre Ríos, podría tratarse de un caso de lavado de activos a partir de un delito ambiental, del cual se obtendrían ganancias de manera ilícita como resultado de su actividad formal”.
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La explicación es que presuntamente, a partir del volcado de residuos tóxicos al arroyo, la empresa no sólo omite la obligación legal de tratarlos para reducir su impacto ambiental sino que además se ahorra una importante suma de dinero.
Desde la compañía afirmaron que por el momento no recibieron ninguna notificación ni de la Unidad de Información Financiera (UIF) ni de la Justicia.
Mientras tanto, el default de Vicentin lleva más de un año y se sigue cobrando víctimas, en este caso es la empresa procesadora de granos Buyatti, quien luego del debacle de la agroexportadora no pudo salir a flote y puso en venta su planta ubicada en Puerto General San Martín.
La empresa, antes de la caída en desgracia de Vicentin, tenía a la agroexportadora como principal cliente en contratos a fasón, pero a partir del default la historia cambió drásticamente.
En este marco, en diciembre cerró definitivamente las puertas del establecimiento de General San Martín y colgó el cartel del venta pero, según indican en el sector, hasta el momento no recibió ofertas. Mientras tanto alrededor de 100 trabajadores se quedaron sin actividad.
La planta de Buyatti comenzó a operar Santa Fe en 1985 y tiene actualmente una capacidad de molienda de poco más de 3.300 toneladas diarias de semillas de soja.
Buyatti también tiene también una íntima historia con Vicentin. Es que Daniel, hijo de Néstor Buyatti, formó parte del directorio de la agroexportadora y además está casado con una de las hijas de los Vicentin.
La empresa también adquirió en 1997 una desmotadora de algodón en el Chaco, una de las más tecnificadas del país, que funcionó en los últimos años sin inconvenientes y seguirá operando a pesar de la desinversión de sus dueños en General San Martín.