El paro por tiempo indeterminado de los trabajadores aceiteros sigue por segunda jornada sin que, por el momento, el gobierno nacional intervenga para desactivarlo por medio de un procedimiento de conciliación obligatoria.
Este miércoles no recibieron camiones con granos las plantas aceiteras de Bunge en Puerto Gral. San Martín, San Jerónimo y Ramallo; Cargill en Alvear y Puerto Gral. San Martín; Cofco en Timbués y Puerto Gral. San Martín; LDC en Timbués y Gral. Lagos; Terminal 6 en Puerto Gral. San Martín y Vicentin y Molinos Agro en San Lorenzo.
“Ante la ausencia de diálogo de parte de los sindicatos, la industria aceitera vuelve a insistir en la necesidad de que los sindicatos levanten la medida urgentemente y se sienten rápidamente a la mesa de negociación”, señaló esta mañana la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
“La industria ya hizo un gran esfuerzo para pagar un 77% de aumento –mientras que la inflación llegó al 79%– y ya ha ofrecido al día de hoy un 12% de aumento ahora y 5% en septiembre, lo que lleva a que el salario llegue al 94% de aumento al mes de septiembre, ganándole claramente a la inflación”, añadió por medio de un comunicado.
“No vemos razones objetivas para que no se acepte dicha propuesta y que podamos seguir trabajando, a los efectos de no seguir dañando a la industria. Además, ya es el segundo día de descuento de los salarios para todos los trabajadores que quieren trabajar pero que se ven imposibilitados de ir a las plantas, a las fábricas y a las terminales”, remarcó.
Por su parte, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso (FTCIODyARA), junto con el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA), ratificaron este miércoles que seguirán con el paro por tiempo indeterminado en el marco de la negociación colectiva salarial que llevan a cabo con Ciara, Ciavec y Carbio (biocombustibles).
Los aceiteros, por medio de un comunicado, indicaron que las empresas “tomaron la decisión de hacer pagar a las trabajadoras y trabajadores aceiteros por la devaluación que le vienen pidiendo al gobierno nacional. Por eso, se negaron a presentar una propuesta de aumento salarial que permita satisfacer las 9 necesidades que establece la Ley de Contrato de Trabajo y la Constitución Nacional como Salario Mínimo Vital y Móvil: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.
“Llegamos a esta huelga porque las patronales presentaron una propuesta que es una provocación. Nuestra huelga, que es una medida legítima de acción sindical, se cumple porque las y los aceiteros no van a trabajar y las empresas son las únicas responsables por las situaciones que puedan generarse con las filas de camiones que se estacionan a la vera de las rutas”, agregaron.
El núcleo del conflicto es que la mayor parte de los salarios de los trabajadores aceiteros quedaron comprendidos en el aumento del impuesto a las Ganancias aprobado este año por el Congreso.
Actualmente, más del 60% de los aceiteros tienen salarios brutos que se encuentran por encima de los 2,80 millones de pesos mensuales y esa cifra, considerando a un empleado casado con dos hijos a cargo, debe abonar 56.000 pesos de impuesto a las Ganancias, mientras que si es soltero sin hijos esa cifra trepa a 152.000 pesos.