El mundo del comercio de carne vacuna encendió las alertas hace algunos días cuando China anunció la apertura de una investigación sobre las importaciones de ese producto, con el argumento de una visible pérdida de rentabilidad de su propio sector ganadero.
Claro, que la alarma se trasladó al sector productivo y exportador argentino, que encuentra un serio motivo de riesgo al tratarse de un negocio que implica unos 1.500 millones de dólares anuales.
“La mayoría de las granjas de ganado vacuno de China se encuentran en una situación deficitaria. El impacto de una gran cantidad de carne de vacuno importada sin duda añade sal a la herida” afirmó la Asociación de Ganadería de China en un informe, y con ese argumento, la OMC abrió el proceso de investigación que llevará unos 8 meses, y se asemeja bastante a un juicio, donde las partes deberán aportar sus informes técnicos. China intentará en ese proceso demostrar un supuesto dumping que está aminorando las posibilidades de los ganaderos chinos. Los exportadores, intentarán demostrar lo contrario, asegurándose el negocio de vender carne a ese país, que compra un tercio del total mundial.
Incluso, las autoridades asiáticas que iniciaron este proceso, explicaron que todo se debe a unos 22 exportadores que estarían en falla, y que por ellos se ven perjudicados todos los actores de la cadena. Si bien acusaron a grandes firmas de Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Francia y otros países, hay cuatro establecimientos argentinos en la mira. Ellos son: Compañía Central Pampeana, Frigolar, Frigorífico Regional General Las Heras y Offal Exp. De otros países, están señalados establecimientos como Minerva, Naturafrig Alimentos y Prima Foods entre otros en Brasil, o Tyson Fresh Meats y Cargill Meat Solutions Corporation en Estados Unidos.
Lo que China intenta establecer como resultado de esa investigación, es el mecanismo de “salvaguarda” de su propio sector productivo. Esto significa que la ganadería o el productor ganadero chino vio afectado por el alto volumen de importaciones de carnes y ha resentido el negocio. Esa “agresión” hizo que varias entidades de la producción de China hayan solicitado al gobierno que tome las medidas de salvaguarda, que significa denunciar ante la OMC el incremento de las exportaciones.
Como este proceso será similar al de un juicio, donde los acusados se deberán defender, comenzará un arduo tramiterío y búsqueda de consensos. Lo que no podrá saberse en el corto plazo, serán las razones concretas de este inicio de investigación, ya que podría leerse este intento como de cobertura frente a otros problemas mayores.
Entre las posibilidades se encuentra la estrategia de China de protegerse de una eventual nueva guerra comercial con Estados Unidos con la asunción de Trump, y de esta forma poder colocar aranceles a la importación, y así bajar los precios de la mercadería que compra, sabiéndose el principal comprador. También podría entenderse como un intento de proteger a su propia industria para que no se repita lo que sucedió en el último tiempo con los productores europeos, que no pueden competir de ninguna forma con los sudamericanos por ejemplo.
Puede que estos puntos encuentren sustento en el mediano plazo, pero lo cierto es que el temor del sector primario y exportador se mantiene, puesto que la resolución de este conflicto puede llegar a terminar con una cuotificación de las importaciones, o incrementos en los aranceles. Pero si del proceso de investigación se desprende que China no tiene razón, no se debería modificar nada y seguir todo como está. No obstante, la posibilidad de establecer cuotificación o aranceles siempre la tiene el mercado chino, más allá de lo que resuelva la OMC.
Esto tendría un impacto fuertísimo en países como Brasil o Argentina. Brasil como principal exportador vería seriamente afectada esta economía, y Argentina, que vende el 78% de sus exportaciones a China, también, y con una geopolítica que no deja mucho margen a la diversificación de mercados. De darse este proceso, todos los países que están vendiéndole carnes a China se verán afectados. Los más perjudicados van a ser Brasil, Uruguay, Argentina y en menor medida Australia.
Fuentes del sector exportador de carnes asegura que el riesgo de afectación de las ventas es real y grande, ya que la experiencia de China con la OMC no habla de un fiel cumplidor de los resultados de este organismo. Si China quiere tomar alguna decisión en materia arancelaria o de cuotificación, es posible que la llegue a tomar independientemente del resultado del procedimiento de la investigación, y a eso le teme el sector exportador.
Victor Tonelli, analista y referente de los mercados y la producción pecuaria, analizó para Bichos de Campo. “Claramente el mercado exportador ha marcado estas diferencias en subas y bajas, porque desde el 2019 a la fecha hemos tenido años de precios francamente muy altos, como, en 2022, en donde el valor promedio de la carne importada a china estuvo en 6.500 dólares. Este año bajó de manera significativa a 4.500 o 4.700, en términos promedios”.
Al respecto, al explicar lo que significa China para el comercio mundial de carnes, Tonelli describe: “Es mercado muy ofrecido este año, fundamentalmente por Brasil y Australia y también Argentina. El único sentido que me cierra para llevar adelante esta investigación es que efectivamente frente a la aparición de los productores ganaderos y los procesadores de carne de China, el gobierno está dando alguna señal como para o subir aranceles, y justificarla frente a sus consumidores, que la carne va a estar un poco más cara. Pero otra explicación la verdad es que no veo. No ha habido dumping, no ha habido nada raro realmente en los países, como en el caso de Argentina”.
A su vez, Tonelli comparte el panorama con Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), quien cree que no queda más que esperar estos ocho meses, y que luego se verá. Por lo pronto nada cambia, pero todo parece indicar que se puede llegar a abrir un nuevo paradigma en el comercio de carnes con esta decisión de China, acate o no lo que dictamine la OMC.
HAY QUE INVESTIGAR EL DAÑO AMBIENTAL Y CONTROLAR EL PROCESO DE EXTRACCIÓN DEL LITIO, FALTA DE PAGOS DE SUELDOS A OBREROS, DE IMPUESTOS Y LAS CANTIDADES Y TIPOS DE MINERALES QUE SE LLEVAN DEL PAÍS.
TAMBIÉN “LOS INVOLUCRADOS ARGENTINOS” EN ESTE NEGOCIO.