Sin miedo a la controversia, y tal y como lo hizo en otras oportunidades, la bodega Peñaflor confirmó días atrás la importación de entre 4 y 5 millones de litros de vino genérico desde Chile. La noticia generó malestar entre los productores vitivinícolas de Mendoza y San Juan, más no fue una sorpresa porque, según afirman desde ese sector, no es otra cosa que un nuevo intento de las empresas dominantes por empujar a la baja el precio de la uva.
“El impacto de estas medidas siempre va a ser negativo. Primero y fundamental, hay stock de vino hasta junio de 2025 con la cosecha de este año. Es mentira que falte vino y también que no haya calidad. Los vinos chilenos son de menor calidad que los nuestros y de hecho van a parar a la cajita. Y a eso hay que sumarle la estafa que eso implica para el consumidor, porque nadie sabe que ese vino es chileno. La letra de la caja tiene medio milímetro de altura”, dijo a Bichos de Campo Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros de San Juan.
De este escenario es que se desprende para los productores un clima de mera especulación.
“En la importación hablan de 5 millones de litros. En volumen total es insignificante porque estamos consumiendo alrededor de 70 a 80 millones de litros por mes en el mercado interno. Claramente la función es bajar y deprimir los precios en el momento de la compra de la uva. Porque eso es lo grave: estamos en el momento en que se termina de cosechar y se tiene que pagar. Es un maniobra muy especulativa”, señaló por su parte Eduardo Sánchez, productor autoconvocado de San Juan, a este medio.
¿Y por qué esto implicaría un golpe al precio de la uva? Por varias razones. En primer lugar, la economía chilena es muy distinta a la argentina, no solo en materia de inflación (su porcentaje es de solo un dígito anual) sino también respecto a los costos productivos.
“Chile tiene un solo tipo de dólar que ronda los 860 pesos. Allí entonces la producción es más barata porque exportan con el mismo dólar que compran sus insumos. Nosotros acá hasta un tiempo atrás exportábamos con un dólar de 500 y comprábamos insumos con un dólar de 1.200”, detalló Garcés.
En segundo lugar, y aparejado con esta cuestión, el ingreso de una uva más barata pone en jaque el precio definido como razonable por los productores y organismos técnicos como el INTA.
“En febrero nos reunimos 7 u 8 de las principales instituciones de viñeteros de San Juan y de Mendoza, en el INTA de Junín. Ahí pusimos un precio a nuestros productos a partir de un estudio de los costos de producción, con una mínima rentabilidad. Los pusimos en dólares no para que nos paguen en esa moneda sino para que se actualice el precio si hay variación en el dólar oficial. Pactamos el kilo de uvas comunes en 37 centavos de dólar, que eran más o menos 300 a 310 pesos. Bueno, hoy no nos pagan más de 180”, marcó Garcés.
Para Sánchez, esto claramente demuestra una ausencia del Estado y una vía libre para el oligopsonio que rige al mercado vitivinícola en la actualidad.
“La especulación se da cuando en el merado hay pocas empresas que compran la uva. En el caso de la pasa, solo en San Juan hay 40 compradoras que exportan. En el vino, en cambio, solo 3 bodegas deciden el destino de mil. Son Fecovita, el mayor fraccionador y vendedor de vino envasado del país; Peñaflor, detrás de él, y RPB. El Estado está ausente y en este contexto de libre mercado más ausente va a estar”, argumentó el autoconvocado.
Y esto, para Garcés, se evidencia claramente con las estadísticas de los últimos años.
“El vino en góndola ha subido en el último año, según la variedad y el tipo de vino, entre un 500% y un 700%. Al productor se lo pagan un 50 a 60% más que el año pasado, como máximo. ¿Quién se queda con la diferencia? El bodeguero grande y el supermercadista. Hace 40 años atrás, una botella de vino se vendía en góndola a 100 pesos y para el productor iban 50. Hoy día si una botella de vino se vende a 100 pesos y al productor le van 3,40 pesos. Una cosa es libertad y otra cosa es libertinaje. El abuso de posición dominante y el oligopsonio existió toda la vida en este país. Son pocos los que se ponen de acuerdo y hacen lo que quieren con los productores, y así estamos desapareciendo. San Juan tenía en el año 1974 unas 70 mil hectáreas de viñedo y hoy le quedan 35. Es exactamente la mitad”, lamentó.
“Otro ejemplo claro es lo que sucede con el vino varietal. Se han importado partidas porque al productor la uva varietal se la pagan como uva común. ¿Qué hace él? Arranca la varietal y pone uvas comunes porque le da mucho más kilos. Pero en realidad los culpables son ellos mismos que no pagan lo que vale”, añadió el viñatero.
Pero aún frente a este panorama poco alentador, los productores consultados sostuvieron que no se proyectan protestas al respecto.
Desde una mirada más dialoguista, Sánchez indicó: “Los productores somos conscientes de que todo impacto también es político. Creo que al gobierno actual hay que darle todavía unos meses, porque todos están esperanzados de que esto se va a recomponer. Tenemos una función social de calmar las aguas y no echar más leña al fuego. Y el mercado interno está jodido. A la gente no le alcanza y tampoco podemos tirar de la soga”.
Garcés, por el contrario, se mostró más resignado: “Desgraciadamente el 56% de los argentinos votó este tipo de políticas, entonces ¿con quién nos vamos a quejar? Nosotros logramos desde CAME que a fines del año pasado se sacara la licencia automática para importar vino y algunos otros productos de las economías regionales. De esa forma pasó a necesitar autorización de comercio exterior. Fue una herramienta pero no alcanza”.
Es lo que votaron ustedes por adio al peronismo, jodanse por pelotudos!!!
Aprendan a votar, hay que votar a favor de uno, no en vontra de alguien.
Votaron un gobierno elitista, logico que va a gobernar para las elites mundiales en detrimento del pais y si gente.
Éstas son las delicias del liberalismo, de la libertad que no nos hace avanzar. Ahora a llorar a la iglesia de la Virgen de la Carrodilla.
Hay que pensar y votar pensando, y sí querés con el bolsillo, no con el odio.
Totalmente de acuerdo Waldemar y Guillermo. Yo espero sinceramente que a los votantes de Milei les vaya lo peor que se pueda, por pelotudos e idiotas. Querían un cambio? … ahí lo tienen!!! y ahora espero que lloren y sufran libremente manga de imbéciles. Respecto de Peñaflor, mí abuelo tenía en santa lucía unas hectáreas de parral y siempre me decía que Estornell y Peñaflor cagaron al viñatero sanjuanino, y ahora peor que nunca.
Es lo mismo que hacen las grandes bodegas que están en Mendoza y Cafayate, estafan al consumidor y a los productores del Valle Calchaquí. Traen vino a granel de Mendoza y lo embotellan como si fueran “vinos de altura” cuando no lo son y de paso le tiran abajo el precio del viticultor local. Son unos delincuentes comunes, no importa que apellido o bodega de prosapia tengan.
Infelizmente sin acciones concretas de las economías regionales, nuestras producciones a camino al quebranto; de esto no hay retorno, nos llevan puestos!!! La nación solo se recupera con regiones económicamente consolidadas, fuertes, integradas y vamos en sentido contrario.