A pesar de las subas que tuvo la hacienda y de los incrementos de costos de los eslabones comerciales e industriales, el precio de la carne vacuna sigue estando notablemente “retrasado”.
La suba intermensual promedio de los precios de los bienes y servicios básicos fue de 6,0% en enero pasado, según el relevamiento realizado por el Indec, mientras que el ajuste de los cinco productos vacunos (asado, paleta, cuadril, nalga y carne picada) fue del 4,4%.
Sin embargo, el relevamiento de precios que lleva a cabo el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en la ciudad de Buenos Aires, que recaba datos de casi todos los cortes de la res vacuna, registró un aumento intermensual del 1,7% el mes pasado. Bastante menos al considerar una canasta más amplia de cortes.
Al observar la evolución interanual del precio de los cinco cortes medidos por el Indec, la situación se torna más dramática, porque en el último año la “canasta cárnica vacuna” mostró una inflación del 48,8% versus un 100,3% el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires (CABA-GBA).
Eso implica que la carne vacuna, según la medición del Indec, tenía el mes pasado en promedio un retraso de más de 50 puntos respecto al promedio de la inflación de alimentos básicos.
En cualquier caso queda en claro que la carne siguió siendo un “ancla” de la inflación y que no se le puede achacar el elevado dato de la inflación de enero; si bien probablemente tenga más impacto en la cifra de este mes, el retraso que tiene es tan grande que le va a costar mucho “empatar” al nivel general de inflación.
También queda en claro que los operadores del negocio aún no trasladaron al mostrador la totalidad de las subas de la hacienda liviana que se dieron en los últimos dos meses, que fueron del orden del 68% si se compara los valores de esta semana con los que había a mediados de diciembre.
Eso obedece tanto a las restricciones que hay en el consumo, con familias que mayormente no llegan fin de mes o ni siquiera a la quincena en algunos casos, y al temor que ocasiona una nueva intervención por parte del gobierno.