Finalmente –tal como anticipó Bichos de Campo– las autoridades del Senasa determinaron la prohibición del uso de insecticidas formulados a base de Clorpirifós etil y Clorpirifós metil a partir de la campaña 2022/23.
Por medio de la resolución 414/2021 –publicada hoy en el Boletín Oficial– se dispuso que en el próximo mes de septiembre ya no estará habilitada la importación del insecticida, mientras que a partir de la primera semana de noviembre se prohibirá también la elaboración y el fraccionamiento de productos que contengan Clorpirifós en todo el territorio nacional.
En tanto, a partir del 4 de noviembre de 2022 se prohibirá la comercialización y el uso del producto, además de producirse la baja automática de los registros de principios activos y formulados a base de Clorpirifós. Eso implica que el producto podrá seguir usándose hasta la campaña de maíz temprano y soja de primera correspondiente al ciclo 2022/23.
Si bien el proyecto inicialmente contemplaba el comienzo de la prohibición a partir de agosto de 2022, luego de una consulta pública el Senasa decidió extender durante tres meses más esa fecha.
Adicionalmente, a partir de febrero de 2023 se fijará un Limite Máximo de Residuos (LMR) de 0,01 mg/kg de Clorpirifós etil y de Clorpirifós metil en todos los productos y subproductos agropecuarios que se importen o produzcan localmente para el consumo interno, lo que equivale a restringir la comercialización de cualquier producto que tenga un mínimo rastro del mismo.
En los fundamentos de la medida se indica que “en virtud de la revisión de antecedentes del Clorpirifós por distintas agencias regulatorias del mundo, los LMR establecidos para esta sustancia por los principales países importadores de productos argentinos, son incompatibles con las prácticas de protección de cultivos registradas en Argentina para dicho principio activo, lo cual impide el acceso de muchos productos de origen vegetal a numerosos mercados, o resta competitividad comercial a nuestras exportaciones”.
Vale recordar que en 2020 el Unión Europea prohibió la comercialización y uso del Clorpirifós en su territorio y determinó además un LMR de 0,01 mg/kg del insecticida.
Existen a la fecha en la Argentina 20 registraciones habilitantes de Clorpirifós etil como principio activo y otras 154 como producto formulado, mientras que en el caso del metil existe una registración para el principio activo y otra para el formulado. El producto está catalogado como “clase II” por el Senasa (moderadamente tóxico).