De la Ley Bases, que tuvo pretensiones de abarcar muchos más temas que los que finalmente se trataron, se excluyó entre otros un capítulo relacionado a la modernización del estándar sanitario con el que se debe producir y comerciar carne en la Argentina.
Pero el asunto sigue siendo motivo de debate en la cadena y sobre todo en la industria frigorífica. Muchas veces se ha culpado a los frigoríficos y matarifes que operan con el consumo doméstico de no querer avanzar en esta cuestión que además implica mejorar el sistema comercial.
El tema fue presentado hace poco por una diezmada Mesa de las Carnes (básicamente faltaban las entidades de productores) a la vicepresidenta Victoria Villarruel, y si bien parece haber consenso en algo hay que hacer para mejorar las exigencias sanitarias sobre el sector, no hay acuerdo sobre en qué aspectos avanzar primero ni cómo.
Mientras tanto, hay nomas laborales que se incumplen y el trabajador sigue descargando a diario miles de medidas reses de más de 100 kilos al hombro y la carne no cuenta, según dicen especialistas en la materia, con el cuidado sanitario que debería por lo que se pone en riesgo la salud de los consumidores.
Gustavo Marcos, el presidente de la CAINCA, la Cámara de la Industria Cárnica que se creó hace poco tiempo y que representa a 40 plantas de las 100 que tiene la provincia de Buenos Aires, que a su vez concentran el 50% de la faena y producción de carne vacuna de la mayor provincia ganadera del país, abordó estos planteos.
Pocos días atrás, una empresa de esta cámara fue inspeccionada por las autoridades sanitarias federales y provinciales y salió airosa. Esto motivó un comunicado de CAINA donde se dejó en claro que se trata de un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas bien. Sucede que muchas veces los frigoríficos, sobre todo del conurbano, fueron sospechados y estigmatizados como los causantes del problema en cuanto a la sanidad del sistema productivo y con respecto a la honestidad comercial y fiscal.
“Nosotros venimos trabajando desde que este tema surgió como una necesidad para poder reunir a todos los actores que tienen que redefinir o actualizar el estándar sanitario después de mucho tiempo. Por supuesto nos hemos encontrado en el camino con diversas opiniones y entendemos que tenemos todos los recursos técnicos y humanos, como para poder realmente renovar una definición de estándar sanitario” dijo Marcos.
El referente industrial agregó que esto es posible bajo determinadas condiciones y que sin dudas generará beneficios.
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“La industria necesita evolucionar para que toda la faena del país pueda subir los escalones que haga falta para mejorar la calidad de la producción y Argentina tenga nuevas oportunidades en los mercados internacionales. Decimos que el estándar sanitario puede tener una primera etapa, una segunda etapa, pero realmente el plan tiene que ser un plan homogéneo, federal, en donde podamos ir actualizando, en donde todas las empresas frigoríficas que hoy están faenando en cualquier lugar del país sean auditables y cada empresa pueda tener un plan de adecuación por el cual se actualice y logre las metas de corto y mediano plazo que hace falta para poder evolucionar en este tema”, sostuvo el directivo.
Según señaló el empresario, ya se está trabajando en la incorporación de un software que facilite las auditorías. Pero aclaró que para elevar el estándar sanitario hay que darles las mismas oportunidades a todos, y no se puede dejar a gente afuera porque no cuenta con las condiciones económicas necesarias.
Por eso consideró que se requiere de que “cada empresa pueda tener su plan de adecuación posible en el tiempo. Esta es un poco la clave para poder evolucionar”.
Luego expresó que para poder avanzar se está trabajando con el Senasa y con las autoridades de la provincia de Buenos Aires “para que se logre establecer una definición y una auditoría de este estándar y en base a eso todas las empresas tengan la posibilidad de evolucionar con un plan de trabajo”.
“Algunas tendrán que trabajar en condiciones técnicas o edilicias y otras en otros aspectos. Pero esto tiene que pasarse en limpio, hace muchos años que no se hace, hace muchos años que esto quedó en el punto donde se lo dejó. Entiendo que el año 2018-2019 fue la única vez que se hizo una revisión realmente a fondo. Hay que renovar esto y en base a todo el análisis que se haga y un posterior diagnóstico también hay que encontrar herramientas, sobre todo financiación, por las cuales las empresas puedan seguir produciendo y se pueda financiar las mejoras que hay que hacer”, estableció Marcos.
El presidente de Cainca sabe que hay que dar la discusión para luego avanzar en concreto, pero también destacó que el momento que atraviesan las industrias no es bueno. El precio de la carne tiene un atraso marcado respecto de la inflación debido a la crisis del consumo y eso reduce los ingresos de dinero en un año en el cual está bajando la productividad de las plantas por la menor faena.
“Estamos en una economía que, para poder hacer mantenimiento, para poder hacer inversiones, para poder mantener las empresas en marcha, todos los gastos prácticamente están dolarizados. Nosotros trabajamos en pesos y con el poder adquisitivo de los consumidores. No voy a descubrir nada con esto que te digo”.
“Sabemos que este año a nivel país la faena va a estar con un 10% menos a nivel volumen. En ese contexto es donde tenemos que lograr trabajar esto en equipo con todas las autoridades. Eso es lo que venimos impulsando. Esto no lo va a arreglar un solo sector, tenemos que lograr hacer equipo entre autoridades nacionales y provinciales”, añadió.
Además de trabajar puertas adentro se requiere de cambios en la comercialización. Mientras los referentes públicos y privados de la cadena no se ponen de acuerdo en como seguir, los trabajadores siguen bajando todos medias reses de 100 kilos sobre sus hombros como a inicios del siglo pasado, cuando les regulaciones laborales dicen que no deberían cargar piezas de más de 25 kilos. Esto sucede en un país que a su vez exporta carne de la más alta calidad y con los parámetros más exigentes a los mercados más caros. Claramente hay dos estándares bien diferenciados
“Tenemos que ver también toda la distribución y toda la comercialización porque si no esa visión parcial termina de la puerta para adentro de una planta y realmente no es así. Después vamos a seguir viendo fotografías en los medios donde el producto se transporta de una manera que no corresponde o se comercializa de una manera que no corresponde”, estableció Marcos.
Y agregó que para “hacer evolucionar la calidad de nuestros productos en el comercio interno y de cara al mundo hay que ver la cadena de aprovisionamiento completa, no por partes, porque si tenemos una visión parcial del estándar sanitario solamente en un eslabón de la cadena, que son las plantas que faenan, nos vamos a estar equivocando y esto no va a evolucionar”.
En ese sentido, estableció que la cuestión laboral no termina con un cambio en el sistema de descarga de las medias reses o con mejores instalaciones o manejo de la hacienda y de la carne dentro de los frigoríficos. “Hace falta capacitar más al personal”, indicó Marcos.
“Es algo importantísimo y lo cual llevamos mucho tiempo sin trabajar y sin proyectarnos, es necesario realmente renovar las capacitaciones y las certificaciones de todos los puestos de trabajo que están involucrados dentro de una planta que produce alimentos. En este sentido, se han dado los primeros pasos, bienvenido sea. Ahora vamos a comenzar a capacitar y a certificar a los tipificadores, en función de lo definido por la Secretaría de Agricultura. Ese es un gran paso para poder valorizar los recursos humanos que trabajan en cada planta. Entonces, ese es el camino”.
Claro que este debate que por ahora resultó estéril requiere de que un horizonte claro en cuanto a las políticas para el sector de ganados y carnes. “Nosotros somos un país agroindustrial y debemos serlo mucho más. Argentina es un país que tiene todo para que le vaya fantástico. Tenemos todos los recursos naturales en una extensión de territorio fenomenal, somos 50 millones de habitantes, así que tenemos todas las oportunidades para que nos vaya más que bien. Este tema es importantísimo, porque haciendo evolucionar la calidad de nuestra producción, vamos a lograr ese objetivo”.