Mientras la atención pública se posa en las desaventuras de la producción de carne bovina, el cepo a las exportaciones y sus asfixiantes controles, despacito y sin apuro las producciones de carne porcina y aviar registran un crecimiento constante de por lo menos dos décadas. Así lo confirmó un informe elaborado por los economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), siendo la carne aviar la que mayor aumento mostró. Desde 2020 que la producción sumada de ambas carnes iguala a la de la tradicional carne bovina. En 2021 se repitió esta tendencia.
En el tiempo en que los índices de la carne bovina variaron entre los 2,5 y los 3,4 millones de toneladas equivales a res con hueso, la producción aviar duplicó el volumen de producción desde el comienzo de este milenio, pasando de 900.000 toneladas a 2,3 millones. De esta forma, ese sector productivo añadió cerca de 1,4 millones de toneladas al desempeño nacional anual.
El sector porcino, por su parte, triplicó su volumen en el mismo período, pasando de producirse 200.000 toneladas por año a cerca de 700.000.
Este año la carne bovina retrocedió a 3 millones de toneladas y lo mismo representan pollo y cerdo en conjunto.
Según el informe, anualmente se producen en Argentina cerca de 6 millones de toneladas de carne, lo que representa alrededor del 2,3% de la producción cárnica mundial. Eso ubica al país en la séptima posición dentro de los máximos productores a nivel internacional.
Respecto a los datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos -USDA, por sus siglas en inglés- las exportaciones de carne argentina en el 2021 situarían a Argentina en el octavo lugar dentro de los mayores proveedores del mundo.
¿Qué razones habría detrás de estos –más que positivos- aumentos? Entre las cuestiones internacionales más salientes que condicionaron el desempeño del sector cárnico nacional se destaca la influencia de la pandemia, que afectó los fletes marítimos y las capacidades de transporte internacional en contenedores refrigerados, como informó en varias oportunidades este medio.
Se destaca también la Peste Porcina Africana (PPA) en China, que durante buena parte del 2020 y comienzos del 2021 apuntaló las exportaciones de cerdo de nuestro país ante la creciente demanda del gigante asiático.
Además, durante el 2021 continuó el proceso de de sustitución de la carne bovina por alternativas más económicas, lo que llevó a los sectores aviar y porcino a adquirir un mayor protagonismo en el mercado. Como consecuencia ambos tuvieron incrementos de demandan que alcanzaron récords históricos.
Finalmente destacarse las políticas de restricciones a la exportación de carne bovina, que llevaron a una reducción temporal de los precios al productor y una ralentización de los valores en góndola de esos bienes. Dicho freno en el comercio externo aminoró la producción total y redujo los envíos al exterior en un contexto de elevadas cotizaciones internacionales.