Si algo no puede decirse es que el Dólar Soja, que encareció en tres ocasiones el valor interno de ese grano, haya afectado a la apicultura: las abejas no comen soja.
Sin embargo, en una medida que destila un tufillo electoral evidente, el ministro y candidato Sergio Massa acaba de crear, con 1.500 millones de pesos recaudados durante la vigencia de aquel tipo de cambio especial dentro del Programa de Incremento Exportador (PIE), un subsidio directo que irá de 500 a 1.500 pesos por colmena para todos los apicultores de la Argentina.
La Resolución 1186/2023 del Ministerio de Economía, firmada por Massa en su doble rol, utiliza todas las excusas de costumbre (la guerra en Ucrania, la sequía y quizás hasta la pandemia) para justificar este decisión, que implica una inyección de dinero muy importante a la actividad apícola justo dos meses antes de las elecciones nacionales de octubre.
No es que los apicultores no tengan problemas. Los tienen y es muy severo el retraso de los precios internos de la miel, que los ponen en jaque en muchos casos. Pero esta situación tiene mucho más que ver con la caída de la producción debido a la última gran sequía (que le pegó a todos los sectores) y con al visible atraso del tipo de cambio. Lo dice la propia resolución: de las 75 mil toneladas de miel producidas por la Argentina, un 90% se exporta. Por lo tanto, el valor del dólar es un dato fundamental para los productores.
¿En qué consistirá el Plan Mielcitas? En una ayuda económica directa a los apicultores de todo el país y de diferentes escalas, para que sea destinada a la compra de insumos, con fondos recaudados durante los regímenes del Dólar Soja, que irá de 500 a 1.500 pesos por colmena según el siguiente gradiente:
- De 5 hasta 150 colmenas inclusive 1.500 pesos por colmena.
- De 150 a 300 colmenas se cobrarán 750 pesos por colmena.
- De 300 a 500 colmenas el subsidio será de 500 pesos por colmena.
La escala de cada productor se definirá en función de la cantidad de colmenas registradas en el RENAPA al 28 de febrero de 2023. La Resolución no define el número de colmenas existentes a subsidiar, pero impone un tope del gasto de hasta 1.500 millones de pesos. La plata se distribuirá entre 19.000 apicultores inscriptos , que procesan su miel en 1.209 salas de extracción habilitadas por el Senasa.
“Determínase que los productores y las productoras que contaren con más de un colmenar en su registro y a su nombre en todo el territorio nacional en el Renapa serán tratados como únicos beneficiarios” dice el artículo 4° de la norma que creó el Programa de Fortalecimiento Productivo para la Cadena Apícola “que se financiará con los fondos provenientes del Fondo de Incremento Exportador”.
En este caso, la excusa para estos subsidios no es -a diferencia de todos los creados hasta ahora- compensar el daño generado por el Dólar Soja sobre la actividad apícola, sino que “este sector cumple un rol fundamental en el desarrollo de las economías regionales, demandando insumos y servicios que dinamizan la actividad económica, dando sustento a las microeconomías locales y contribuyendo, de manera directa o indirecta, a incrementar el empleo”. Cualquier argumento es bueno en estos tiempos electorales.
Hay más argumentos. Por un lado la resolución dice que “durante el año 2022 y el inicio del 2023, se produjeron distintos acontecimientos a nivel nacional e internacional que afectaron las condiciones productivas y comerciales de la cadena apícola, provocando un cese excepcional de compra de mieles por parte del mercado internacional, principalmente de la Unión Europea”, en referencia a la guerra entre Rusia y Ucrania,
“Adicionalmente se registra en todo el territorio nacional la sequía más importante de los últimos años, que a la fecha abarca una superficie de más de 19 millones de hectáreas afectando los sistemas productivos con importantes mermas en los rendimientos por colmena”, agregó la normativa.
El Plan Mielcita de Massa, como se dijo, estableció un tipo máximo de 1.500.000.000 pesos, siempre y cuando haya dinero disponible en el presupuesto de la Secretaría de Agricultura.
Las productores interesados en recibir el beneficio deberán ingresar sus datos en un apartado especial de la página de AFIP, incluir su Clave Bancaria Uniforme (CBU) a los efectos de posibilitar el pago del beneficio; poner un correo electrónico donde informar la disponibilidad del dinero y “cumplir con el procedimiento de solicitud y carga de información que la Autoridad de Aplicación del Programa considere necesario para la tramitación del beneficio”. El plazo será de 40 días para hacer estos trámites.
“La liquidación y el pago de los beneficios será realizada periódicamente, en función de la disponibilidad presupuestaria, a partir de la entrada en vigencia de la presente medida”, finalizó la resolución firmada por Massa.