Si se cumplen las estimaciones, la Argentina producirá 50 millones de toneladas de maíz en la campaña 2019/20. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), elaborado por la especialista Emilce Terré, analiza cuáles son los destinos más probables de toda esa producción. La mayor puerta de salida de la cosecha, a diferencia de otros países, será la exportación de los granos sin procesar.
Dice el documento que de las 50 millones de toneladas habrá 33,5 millones que tendrían como destino el mercado externo, mientras que otros 12,6 millones se utilizarían para forraje, residuo y semilla, a la vez que la industria del maíz absorbería 3,8 millones de toneladas, de las cuales 1,7 millones serían solamente para producir bioetanol.
“La campaña comercial de maíz comenzó hace apenas dos semanas y las perspectivas se mantienen favorables en cuanto a los datos de producción, estimándose que podrían cosecharse 50 millones de toneladas, la segunda mayor cosecha de la historia”, escribió Terré en su informe.
Vamos a partir de ese trabajo a hacer una disección más quirúrgica sobre los destinos probables del maíz 2019/20:
De total esperado, el 67% (o 33,5 millones de toneladas) tendría como destino el mercado externo.
Con 50 millones de toneladas de producción, la Argentina se consolidaría como quinta productora mundial de maíz, por detrás de Estados Unidos (347,8 millones), China (260,8 millones), Brasil (101 millones) y la Unión Europea (65 millones).
Por lejos el mayor mercado para el maíz argentino sigue siendo la exportación sin procesar. Si se confirman embarques por 33,5 millones de toneladas en el ciclo comercial 2019/20, “Argentina conseguiría colocar en el mercado internacional el segundo mayor volumen de su historia, sólo por detrás de los 37 millones de toneladas del año pasado”, destacó la BCR.
Será entonces el tercer exportador mundial detrás de Estados Unidos (con 47 millones de toneladas) y Brasil (39 millones).
Terré arriesga que “en términos de valor de las exportaciones, a los precios actuales, representaría un ingreso de divisas de aproximadamente 5.500 millones de dólares, cerca de un 9% por debajo del ingreso estimado del año anterior y en línea con la caída del volumen” exportado.
De todos modos, de inmediato aclara la analista que “el futuro del comercio internacional reviste hoy gran incertidumbre como consecuencia de la pandemia del coronavirus COVID-19”.
Para consumo animal el uso ascendería a 12,4 millones de toneladas, absorbiendo un 25% de la producción.
Respecto al uso forrajero del maíz, se estima para la campaña actual un consumo en torno a los 12,4 millones de toneladas, de las cuales el 36% se destina a la producción avícola, el 35% para la producción de carne vacuna, 17% se utiliza como insumo en tambos y el 12% en la producción de ganado porcino.
La industria, en tanto, absorbería el restante 8% del producto, o 3,8 millones de toneladas.
De ese último segmento, 1,7 millones se utilizarían como insumo en la producción de etanol y otros usos del alcohol etílico.
Unos 2,1 millones de toneladas serían utilizadas como insumo para la molienda seca, húmeda y otras industrias.
En particular, el uso para molienda húmeda (proceso del cual se obtiene almidón o maicena, aceite y jarabe de maíz, entre otros subproductos) demandaría 1,7 millones de toneladas del grano.
En tanto que la molienda seca (proceso del cual se obtiene, entre otros, copos de maíz, sémolas y harina) absorbería 0,2 millones de toneladas.
Finalmente, otras 0,7 millones de toneladas de maíz se destinaría a otras industrias relacionadas.
Para uso como semilla se prevé que se destinen 0,2 millones de toneladas, en línea con el año anterior.