La Argentina tendrá este año una producción récord de arvejas, un cultivo de invierno que representa una buena alternativa al trigo en varias zonas agrícolas. Según un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la situación de holgura productiva es tal que habrá que buscar nuevos destinos para colocar los crecientes stocks de arvejas que existen en el mercado.
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Los técnicos de la bolsa rosarina elaboraron la primera “hoja de balance” para arvejas en la República Argentina, que agrupa tanto la producción de la tradicional arveja verde como las nuevas variedades amarillas que están comenzándose a producir en el país. En ese ejercicio, ubicaron la producción nacional de arvejas en 225 mil toneladas para la campaña 2021/22, iniciada en diciembre pasado.
“De esta manera, nos encontraríamos en un récord histórico de producción, superando el máximo de la campaña 2015/16”, indicaron los analistas. Este es el balance que realizaron:
Como se puede apreciar, el área sembrada este aña campaña 2021/22 se aproxima a las 100 mil hectáreas, que a un rinde promedio de 22 quintales dejarían la mencionada producción récord de 225 mil toneladas. El problema, según se advierte en el documento, es que ni el consumo interno ni la exportación logran absorber toda la oferta de arvejas, por lo que se han ido acumulando stock abultados.
La demanda total se calcula esta temporada en 163 mil toneladas, bastante por debajo de la producción. Y como esto ya viene sucediendo en los últimos años, hay stocks de arrastre que conspiran contra los precios. Se espera terminar el ciclo con un elevada existencia de 240 mil toneladas.
Con estos volúmenes de producción, esta legumbre ya está pujando por pertenecer a la paleta de cultivos estables de la Argentina. Hasta no hace mucho se trataba de una opción marginal, ya que entre 1994 y 2004 el área sembrada “permaneció en un nivel estable entre 20 y 25 mil hectáreas” y recién a partir de la campaña 2004/05 el área “comenzó a incrementarse en un marco de una mayor demanda de alimentos por parte de China e India”.
“En las últimas campañas se retomó la tendencia alcista tanto para el área sembrada como para la producción, alcanzando picos de área sembrada en la campaña 2012/13 de 100 mil hectáreas y en la campaña 2015/16 de 130 mil hectáreas”, indica el informe de la BCR. Ahora, una superficie sembrada más moderada se compensa con creces con mayores rendimientos, que permiten alcanzar el récord de producción.
Frente a estos volúmenes crecientes en la oferta, parece una urgencia del sector consolidar los mercados existentes y buscar nuevos nichos para colocar este cultivo. Por ahora, “el principal destino de la producción de arvejas ha sido históricamente la exportación, una característica que se mantuvo hasta la campaña 2010/11”. Pero a partir de ese momento comenzó a tallar también el mercado doméstico. No solo para alimentación humana, sino también para consumo animal.
“Dentro del total de granos utilizados para forraje en nuestro país se deprende que el consumo de arvejas representa un 0,2 % del consumo animal total”, apuntó la bolsa al margen.
La exportación se registra sobre todo como arvejas secas desvainadas (Posición arancelaria 07131090). “En total el complejo arveja exportó casi 30 millones de dólares en 2021”, apuntó el balance, que aclaró que “los precios de exportación sufren generalmente una fuerte baja estacional en diciembre, época de fuerte cosecha y exportación de estas legumbres” desde la Argentina. En la temporada 2021 el promedio fue de 372 dólares potr tonelada, aunque en diciembre bajó a 293 dólares.
“La campaña 2021/22 augura buenas perspectivas para la arveja en nuestro país, un cultivo que se espera que siga creciendo y aportando valor en Argentina. Además de un robusto y creciente mercado interno, existe un gran potencial para la exportación de arveja hacia países con alta demanda, altas tasas de crecimiento demográfico y un sostenido desarrollo económico para las próximas décadas”, se ilusiona la Bolsa de Rosario.
Más allá del crecimiento local de la producción de arvejas, la Argentina está lejos de ser protagonista en el mercado mundial. La arveja es la tercera legumbre mundial en producción, detrás de las lentejas y los garbanzos. A nivel mundial, la arveja amarilla es la principal variedad que se produce y aquí su introducción es incipiente. La protagonista local es la arveja verde.
Consideradas en conjunto, las arvejas secas a nivel mundial mostraron una producción cercana a 15 millones de toneladas y un área sembrada superior a 7 millones de hectáreas en 2020.
Europa es un importante consumidor y hasta hace poco el continente de mayor producción mundial de arvejas. No obstante, fue superado en 2020 por la producción de América del Norte, apuntalada por al sostenido crecimiento de Canadá, que representó el 31,3% de la producción global ese año.
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Las producciones de China y de los diversos países de la Unión Europea suelen ser para autoabastecimiento, ya que estas regiones del mundo son además importantes importadores de arvejas, sobre todo de Canadá. La India, importantísimo consumidor de arvejas, es la principal importadora.
En este esquema, apuntó la BCR que “no debe restársele importancia a la producción de arvejas en la zona del Mar Negro, actualmente atravesada por un conflicto bélico. Entre Rusia y Ucrania se produjo el 22% de las arvejas del mundo en 2020, por lo que debe seguirse con atención la dinámica productiva y exportadora de cara a la crisis ruso-ucraniana”.