Esta semana se graduaron los primeros 993 agentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires especializados en Seguridad Rural. La noticia, que es muy favorable para el agro bonaerense, tiene, de todas maneras, un sabor amargo cuando se conoce la situación de esa sección de la fuerza.
“Cuando se produce una vacante en el área de seguridad rural, se suelen cubrir con integrantes de otros sectores de la Policía de la provincia de Buenos Aires”, apunta el empresario agropecuario Héctor Hernández Vieyra, referente del “Foro de Seguridad Rural Argentino”.
De hecho, el cual superintendente de Seguridad Rural de la provincia, comisario general Ramón Ignacio Rosales, no proviene de esa especialidad, sino del área de Comunicaciones.
Se graduaron los primeros 993 agentes de la nueva Policía Rural de la provincia de Buenos Aires
“El último superintendente especializado en Seguridad Rural fue José Luis Quarleli, que se retiró en marzo de 2018. Desde entonces, todos los superintendentes del área provinieron de otros sectores”, explicó Hernández Vieyra a Bichos de Campo.
“Como provienen de áreas muy diferentes, tienen que capacitarse en la materia y eso lleva mucho tiempo, porque los delitos presentes en el ámbito rural tienen características muy distintas a las presentes en otras áreas”, añadió.
Si buena parte de los cargos importantes, como el de superintendente o las diez jefaturas zonales del área de Seguridad Rural, terminan siendo ocupadas por comisarios provenientes de otras especializaciones, se trata además de un pésimo mensaje para aquellos que quieran dedicarse a combatir el delito en el área rural, pues indica que no van a poder ascender en la estructura jerárquica y, muy probablemente, terminen abandonando la fuerza para buscar mejores oportunidades laborales.
“¿Quién va a querer ser policía rural si no va a poder ascender? No creo que el ministro de Seguridad (bonaerense), Sergio Berni, esté enterado del asunto, pero es una cuestión central para el sector agropecuario”, remarcó Hernández Vieyra.
Tanto la prevención como la resolución de delitos en el ámbito rural requieren una capacitación especial, porque la naturaleza de los hechos de inseguridad en el campo es muy disímil a la presente en áreas urbanas. Eso no sólo incluye a los policías, sino también a los integrantes del sector judicial.
“Es una noticia fantástica contar con una escuela de policías rurales, pero también debería serlo el hecho de que los integrantes de la fuerza especializados en el área puedan ascender cuando adquieran experiencia para cumplir con su labor”, resumió.
La Superintendencia de Seguridad Rural fue creada en julio de 2011 por la resolución ministerial N° 2663 en el ámbito de la Superintendencia General de Policía de Buenos Aires.