Se armó revuelo en el sector de la carne luego de que una resolución de la AFIP que creó el llamado Remito Electrónico Cárnico (REC), un documento obligatorio que deberá acompañar a partir de septiembre todos los traslados de carnes y subproductos desde los lugares de faena a los comercios minoristas. Frente a esta imposición, que apunta a profundizar los controles impositivos en la cadena de la carne, la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) se declaró en “alerta”.
Bichos de Campo habló con Marcelo Salgado, socio y colaborador de CAMyA, para entender por qué no están de acuerdo con la implementación del REC. La respuesta fue la siguiente: “El Gobierno quiere transparencia, pero el método que está tratando de implementar no es el adecuado, porque nos hace confrontar a los matarifes con los carniceros, cuando nosotros somos los que le proveemos la carne”.
“El que debe actuar de policía es el Gobierno”, aclaró Salgado, que no solo cuestionó la aplicación de este remito (que deberá ser tramitado ante la AFIP por cada planta de faena) sino la decisión de la Provincia de Buenos Aires de imponer a los matarifes y frigoríficos que sean “agentes de retención” de los impuestos que deberían pagar los carniceros.
En rigor, en otra medida cuestionada por CAMyA, ARBA ha decidido que la percepción de Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) trepe de 1,75 a 8% en el caso de ventas a los carniceros que no estén registrados como se debe ante el organismo recaudador bonaerense.
Escuchá el reportaje completo a Marcelo Salgado:
“A nosotros nos conviene tener a todos los clientes en blanco, pero el tema está en el método que el Gobierno plantea. Hasta hace poco los matarifes no podíamos estar en blanco porque era tal la carga impositiva que nos dejaba siempre afuera. Por ende, la torta la manejaban los frigoríficos. Pero estos se endeudaron tanto que volvieron a mirar a los matarifes, y una vez blanqueados estos, nos piden a los matarifes que controlemos a las carnicerías”, declaró Salgado.
Desde la industroa frigoríficas, días atrás el titular de la Cpamara de la Industria de la Carne (CICCRA), Miguel Schiaritti, decía en Bichos de Campo que “el 85% de las carnicerías no están registradas. Por ende es imposible que el industrial o matarife, antes de cargar el camión, haga el remito para que dentro de tres días el carnicero acepte esa recepción. ¿Cómo puede aceptarla si no está inscripto?”.
Ver: Arba quiere que mil carnicerías comiencen a pagar Ingresos Brutos
“Hay determinados municipios donde no se puede entrar, porque son tantas las normas que piden, que no se pueden realizar las habilitaciones correspondientes. Y en el caso de poder hacer las habilitaciones, son tantos los impuestos que se cobran a nivel municipal, que el carnicero no se quiere anotar!, amplió Salgado.
Según el matarife, “otro inconveniente es que hay muchos carniceros anotados como monotributistas, y este sistema es medio perverso, porque un carnicero, a las dos media reses facturadas ya está fuera del sistema. Por eso pedimos ante la AFIP que se haga un monotributo que le permita anotarse al carnicero”, concluyó.