En la madrugada del lunes una tormenta azotó al partido bonaerense de 9 de Julio. Todavía muchos se preguntan de qué se trató, porque nunca vivieron algo así. Algunos dicen que fue una suerte de tornado porque el viento superó los 150 kilómetros/hora.
“En un momento pensamos que se nos volaba el techo y la casa”, dijo a Bichos de Campo la empresaria agropecuaria Patricia Gorza, quien tiene un campo a unos 20 kilómetros de su casa, que está en la afueras de la ciudad de 9 de Julio.
Las imágenes de cómo quedó su establecimiento luego de la tormenta dan cuenta de los destrozos: hay maíces y girasoles volteados. El maíz se podría cosechar, pero el girasol se perdió completamente. Además hubo destrozos en las casas, galpones, corrales y hasta camiones y mixers volcados. La situación en establecimientos lindantes es similar.
9 de Julio pic.twitter.com/DUPzdXgumK
— Patricia Gorza 🇦🇷🇦🇷 (@PatriciaG9dj) March 7, 2022
La tormenta se llevó también al tendido de la red eléctrica de las cooperativas de diferentes zonas de ese municipio, infraestructura vital porque, al no haber agua corriente, se extrae de las napas.
Las cooperativas tienen ahora dos problemas: por un lado recuperar el tendido, que en algunos casos se destruyó casi en su totalidad. Pero además no van a facturar hasta tanto puedan volver a suministrar electricidad. Y esto se da en un contexto de atraso tarifario.
Fabricio Bonello de la cooperativa de French explicó que además están afectadas las de Dudignac, Quiroga y La Niña, que “brindan servicio a varios pueblos del partido de 9 de Julio; son chicas, tienen sobre todo usuarios rurales y por lo tanto un costo más alto porque requieren de una infraestructura mayor, ya que se deben recorrer muchos kilómetros con electricidad para bridar el servicio a pocos usuarios”.
Pasaron cosas. pic.twitter.com/Q0LmEzboEq
— Patricia Gorza 🇦🇷🇦🇷 (@PatriciaG9dj) March 7, 2022
Bonello agregó que “nunca vi algo así; las cooperativas están destruidas, hay muchos postes caídos y son cooperativas chicas que necesitan vender energía para seguir facturando y con precios bajos, porque entre la tarifa y el subsidio no estamos ni cerca de cubrir el costo”.
“La cooperativa de French cuenta con un tendido de 300 kilómetros en zonas rurales y tiene el 85% de las líneas por el piso. Por ejemplo, al pueblo ‘12 de octubre’ aún no le pudimos dar luz porque tiene 20 kilómetros de línea rural caída”, graficó.
Los gerentes de estas cooperativas están “golpeando puertas” para que funcionarios municipales o provinciales les tiendan una mano a las tantas veces olvidadas zonas rurales, donde el desarrollo de la infraestructura eléctrica, pero también de caminos, es deficitaria.
Si hay que cagarla que sea en grande. pic.twitter.com/6IsW0vVPK0
— Patricia Gorza 🇦🇷🇦🇷 (@PatriciaG9dj) March 8, 2022