Arrancó un período de varios días de lluvias en diferentes regiones productivas, pero los efectos de la seca ya se produjeron y son más que palpables.
En el caso del maíz, el grano que más se produce en la Argentina, hay rindes muy bajos. De acuerdo con los relevamientos de la Red GEA, dependiente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los rindes que se están obteniendo en los lotes cosechados son de 30 a 50 quintales en el sur santafesino y de hasta 70 quintales en sudeste cordobés. Se trata de los más afectados por la seca.
Por eso estos analistas debieron reducir la estimación de rinde para esta campaña a 75 quintales por hectárea en promedio, lo que pone en riesgo el resultado del cultivo.
“Este rendimiento es 10 quintales más bajo del que se calculaba al inicio de la campaña y 18 quintales menos que los logrados como promedio en el ciclo anterior” explicó la ingeniera Marina Barletta, quien agregó: “Respecto a las últimas cuatro campañas sería el rinde más bajo e incluso inferior al del ciclo 2017/18 que fue de 79 quintales por hectárea”.
En el arranque del ciclo había mucho interés por el cultivo y por eso se sembró 15% más que en el ciclo previo. Así el maíz ocupó 1,8 millones de hectáreas en la zona núcleo. Pero la falta de lluvias hizo estragos allí y en otras regiones y producciones.
“Antes de la siembra del cultivo se calculaba producción de 19 millones de toneladas y ahora sería de 12,8 millones, 33% menos que lo estimado al comienzo de la campaña. En este escenario los márgenes van a estar muy ajustados”, concluyó Barletta, siempre en referencia a esa zona.
A nivel nacional, la Red GEA ya redujo a 48 millones de toneladas su proyección de producción de maíz el mes pasado y en los próximos días haría un nuevo ajuste en función de estos relevamientos.