El USDA estimó que la producción de arroz de Cuba para el presente ciclo 2021/22 sería de 176.000 toneladas, una cifra 35% inferior al promedio del último lustro. El área sembrada se derrumbó para ubicarse en apenas 75.000 hectáreas.
Se trata de una cosecha que, con la población presente en Cuba, permitiría distribuir unos 15 kilogramos de arroz por persona por año.
El rendimiento promedio esperado del cultivo es del orden de 3,6 toneladas por hectáreas, una cifra ridículamente baja si se tiene en cuenta, por poner un ejemplo, el rendimiento medio logrado en la Argentina, que en 2020/21 fue de 7,2 toneladas por hectárea.
El informe del USDA explica que la debacle del cultivo se fundamenta en la escasez de combustibles y fertilizantes, dado que la isla gobernada por una dictadura comunista se quedó con una disponibilidad mínima de reservas de divisas debido a la caída de la actividad turística generada por la pandemia de Covid-19.
Hasta la campaña 2014/15, Cuba lograba producir al menos una base del orden de 600.000 toneladas de arroz, pero a partir de 2015/16 las cosechas fueron decayendo hasta colapsar desde 2020/21.
La escasez de divisas, además de reducir la disponibilidad de insumos críticos para la producción agropecuaria, también recortó de manera brutal el acceso a muchos otros bienes básicos que no se producen en la isla caribeña y que, por lo tanto, deben ser importados.
Una parte minoritaria del déficit de alimentos está siendo cubierto por donaciones realizadas por el régimen sandinista de Nicaragua (otra dictadura), que envía a la isla fundamentalmente arroz y café.
Nicaragua envía donativo a Cuba de 36 contenedores cargados de café y arroz «para la población»esta no es la primera vez @DiazCanelB la comida es para el #pueblo @mbachelet @CubaViolaLosDdhh #CubaEsUnaDictadura pic.twitter.com/lxXR5sB8Y5
— @Amoros tautakio07 (@tautakio07) February 9, 2022