Como un clásico de fin de año, los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicaron una edición especial de su semanario económico con una serie de notas enfocadas a las perspectivas para 2022. Cuando llegaron al capítulo agrícola, deben de haber dudado mucho en publicar sus números. Sucede que éstos hablan de una posible cosecha récord para la temporada 2021/22 de 144,5 millones de toneladas, que podría generar ingresos al país por 38.400 millones de dólares, incluso superiores a los de este año.
Pero los expertos agrícolas saben que esos número están colgando de un hilo, y que la sequía que castiga la región productiva podría destruir sus pronósticos de un plumazo.
Por eso en Bichos de Campo hemos decidido abordar la valiosa información desde otro enfoque: “Esto es lo que la Argentina podría lograr si caen tormentas generalizadas en las próximas horas”. O todavía mejor: “Esto es lo que el país podría perder si continúa sin llover”.
Crucemos los dedos. Ojalá los festejos de fin de año sucedan bajo copiosas lluvias.
En principio, otro informe agronómico de la BCR define con claridad que “tendría que llover algo el primero de año para comenzar el alivio de situación”. Se habla de una necesidad de por lo menos 50 milímetros para salvar muchos lotes sembrados con soja y maíz. Se especula con tormentas a partir del domingo. Recen los que creen. Hagan brujería los otros.
Es mucho lo que está en juego, incluso la salud económica del país depende mucho de estas lluvias. Según el pronóstico realizado por la BCR, la cosecha 2021/22 podría creer 12% desde el año anterior, al sumar 15 millones de toneladas. Si todo sale bien, se alcanzaría el récord histórico de 144,5 millones de toneladas, que se ubicaría 2,6 millones de toneladas por encima de las 141,9 millones de toneladas conseguida en la campaña 2018/19.
Con la siembra ya casi jugada, la Bolsa prevé que el área cultivada con soja, maíz, trigo, girasol, cebada, sorgo y demás cultivos como el alpiste, arroz, maní y algodón, crezca 1% al sumar 400.000 hectáreas y totalizar 38,8 millones. Las lluvias serán necesarias para confirmar el siguiente dato: se espera que en rinde promedio escale 7,7% hasta los 41,4 quintales por hectárea. ¿Será?
- Si sucede, el mayor volumen de granos lo aportará el maíz, del cual se prevé una enorme producción de 57,1 millones de toneladas, un 9,8% más que en la campaña 2020/21. La expansión en el área se calculó en 7,3%.
- En segundo lugar se ubicaría la soja, como en los últimos años. La producción estimada crecería 8,9% para llegar a 49 millones de toneladas. Aquí los rindes esperados son claves para revertir una caída del área sembrada que fue del 5,8% y se ubicó en solo 16,2 millones de hectáreas.
- El gran salto lo dio el trigo, cuya cosecha se encuentra pronta a finalizar.
Según la entidad rosarina, la trilla cerrará con un incremento intercampaña del 30,1% al alcanzar el récord de 22,1 millones de toneladas, con un área que apenas se expandió 1,5%. El cereal, por fortuna, tuvo buenas lluvias a lo largo de su ciclo. - En cuarto lugar se posiciona el otro cereal de invierno, la cebada, de la cual se espera 4,6 millones de toneladas (+2,6%) y una superficie ocupada de 1,3 millones de hectáreas (+1,8%).
- El quinto puesto será para del sorgo, cuya producción se proyecta en 3,7 millones de toneladas (+14,6%) y la superficie en 1,1 millones de hectáreas (+111,5%).
- Sexto por volumen productivo esperado se encuentra el girasol, con una cosecha proyectada de 3,1 millones de toneladas (+10,7%) y 1,7 millones de hectáreas (+19,8%) implantadas.
Hay otros cálculos interesantes en la proyección agrícola de la BCR. Si finalmente se concretaran esas 144,5 millones de toneladas, la Argentina podría exportar a altos precios la mayor parte de su cosecha, por lo menos unas 104 millones de toneladas. Los expertos rosarinos estimaron que 67,9 millones se despacharán como grano, per que habrá 36,1 millones de toneladas que podrían exportarse como pellets y aceite, es decir luego de un primer proceso industrial.
El resto de la cosecha esperada, unas 40,8 millones de toneladas, tendrán uso doméstico: 17,8 millones se industrializarán para producir aceites, harinas, alimentos balanceados y otros productos, mientras que 23 millones de toneladas se consumirán en chacra.
Peor el cuadro que vale es el que sigue: si finalmente se cosechan 144,5 millones de toneladas y se pueden exportar (en distintas formas) unos 104 millones de toneladas, a los precios actuales de los granos la BCR estimó que el rubro agrícola podría aportar a la economía argentina la friolera de 38.400 millones de dólares.
Este año, la exportación de los granos de la campaña anterior aportó una suma inédita en materia exportadora, con 38.000 millones de dólares. Hubo un salto de más de 10.000 millones de dólares que permitieron sobrellevar esta etapa agónica de la larga crisis económica de la Argentina.
Si comienza a llover esta noche, quien te dice se repita ese milagro económico y el aporte de dólares del agro incluso pudiera crecer en 2022.