El jueves pasado, el equipo de Bichos de Campo pasó a destiempo por la localidad de Fernández, unos kilómetros antes de ingresar a la capital de Santiago de Estero. Esa misma noche se iba a realizar allí el primer concurso de sandías de esa región productora, que suele ingresar esa fruta para el mercado de primicia. Pero tuvimos que seguir de largo. Nos la perdimos.
Apenas llegamos a ver cómo el veterano productor “Titi” Rodríguez, del cual presentaremos material en los próximos días, cargaba en la caja de su camioneta algunas de las sandías que había escogido para participar de este primer certamen que fue organizado por la empresa Agroinsumos Ardisone.
Por fortuna, los colegas de la Revista Campo para Todos eran auspiciantes de este primer concurso a la mejor sandía y escribieron una crónica plagada de detalles y de fotografías. Nos permiten resolver la principal pregunta que nos hacíamos desde que nos enteramos de la existencia de ese certamen: ¿Qué es lo que se evalúa a la hora de premiar una sandía?
Para empezar, la actividad comenzó con la recepción de las sandías que ingresaron en la competencia. “Las mismas fueron numeradas y luego pesadas. Según el reglamento para participar debían corresponder a un material hibrido tipo redonda ovalada”, cuenta la crónica de los colegas santiagueños.
En la línea de largada, los competidores fueron los más reconocidos productores de sandía de esta zona, que suele proveer al mercado central hasta el ingreso de otra importante zona productiva, ubicada en el Cuyo. Los participantes fueron Luis Rubio, Franco Alcalde, “Mundo” Romero, Alejandro Salvatierra, Raul Alcalde, “Titi” Rodríguez, “Nano” Prados, Raúl Romero, Rafael Rubio, Mario Rubio, Miguel Viotti, Gringo Paz, Tito López, Ariel Rodríguez, Daniel Águila.
Nuestro pollo, ya lo dijimos, era “Titi” Rodríguez, que produce no solo sandías sino uno de los mejores melones de la zona, y que nos enterneció: con 80 años a cuestas, nos acompañó a recorrer los cultivos y se agachó varias veces sobre el surco sin problemas.
No nos fue bien. Pese al envidiable tamaño de las sandías que había enviado al concurso, quedó sexto. Esto nos permitió saber que el primer criterio para seleccionar a los ganaderos es el peso de cada fruta.
- La sandía más pesada y ganadora resultó la 6, con 19,36 kilos, perteneciente a Franco Alcalde, con una variedad híbrida Red Tornado de la empresa HM.Clause.
- En el segundo puesto quedó la 34, con 19,27 kilos de Daniel Águila, una Nunhems-Leven variedad Talisman.
- El tercer puesto fue para la sandía 28 de Tito López, que pesó 18,1 kilos para una Summer Seeds variedad Barriga.
Cuenta la crónica del evento que no pudimos disfrutar que luego del pesaje se separaron las cinco sandías más pesadas para concursar por un segundo premio “a la sandía más dulce”. Para ello se las calaron y se extrajo la muestra para medir la cantidad de grados brix, que indican la cantidad de azucares que contiene la fruta. Aquí ganó la número 2 de Daniel Águila, con 13° Brix, para una variedad Talisman de Nunhems-Leven.
Quedaba claro que no siempre las de mayor tamaño son las más dulces.
Cierra la crónica de Campo para Todos: “Durante la cena se realizaron sorteos de obsequios a los presentes. De esta manera se dio por finalizado el concurso del que todos salieron contentos por haber participado y pasado un buen momento. Quedó en evidencia la necesidad de que se organicen más eventos de este tipo, que reúnan a las familias de agricultores en torno a una actividad en común”.
Nuestro crédito, Titi, quedó lejos de los ganadores. Sin embargo, tuvo un merecido aplauso cuando recibió un “Reconocimiento a la trayectoria laboral y la importancia que representan como productores para la zona” junto a Raimundo “Mundo” Romero, Miguel Viotti, Antonio Alcalde y en memoria de Juan Prados Rodríguez.
La próxima no nos la perdemos. Prometido.