Cada vez son más las grandes empresas del negocio alimenticio tradicional que ponen fichas en el segmento de la “carne vegetal” y los productos veganos. Eso porque las proyecciones de consumo son fuertemente alentadoras para ese segmento.
En ese marco, la multinacional Nestlé anunció recientemente que busca desarrollar “alitas de pollo vegano” con el firme propósito de convertirse en líder en ese negocio.
El plan concreto de Nestlé es ofrecer un sustituto vegano por cada proteína animal y en ese marco invirtió cerca de cuatro millones de dólares en Sundial Foods, una startup que intenta desarrollar una imitación de carne de pollo –con piel y huesos incluidos– en base a componentes vegetales.
El revolucionario producto podría salir al mercado de Estados Unidos a partir del año próximo y una de sus principales características –según prometen– es que imitaría el sabor y textura del pollo.
El ingrediente principal de todos los productos desarrollados por esa startup para sustituir la carne animal es la harina y la proteína concentrada de garbanzo, mientras que el hueso sería fabricado a partir de tallos de bambú y la piel se elaboraría en base a una película lipídica que contribuirá a mantener la humedad del producto. Según adelantan, estas “alitas de pollo veganas” tendrán 27 gramos de proteínas por cada 100 gramos, es decir casi lo mismo que el pollo.
En los últimos años, Nestlé aumentó meteóricamente su oferta vegana y vegetariana, con el lanzamiento de la línea de leche sin lácteos a base de legumbres, denominada Wunda, o su gama de “carnes veganas” Sweet Earth. En tanto, la compañía global también se asoció con una de las principales empresas de carne vegana del mundo, la israelí Future Meat Technologies.
Por el momento no hay fecha de lanzamiento para estos productos en el mercado argentino, ya que la empresa está enfocada, entre otros rubros, en el segmento de la leche en polvo y la nutrición infantil.
Otra gigante que está enfocando sus “cañones” a este negocio es el gigante cárnico de capitales brasileños JBS, quien hace menos de un mes compró la empresa de origen vasco BioTech Foods por 90 millones de dólares, transacción que incluye una inversión en una nueva planta de “proteínas cultivadas”. Pero eso no es todo porque la empresa también está construyendo una instalación de investigación de carne de laboratorio en Brasil que será inaugurado el próximo año.
La multinacional de la carne pretende mejorar los procesos de producción y fundamentalmente reducir costos para alcanzar rentabilidad. Es que uno de los grandes interrogantes de todos los emprendimientos de “carne cultivada” es sí los mismos conseguirán mantenerse en el tiempo, ya que los productos finales terminan siendo relativamente caros respecto a los productos tradicionales.
En la misma línea, en mayo pasado JBS también compró la marca holandesa de proteínas vegetales Vivera y para el próximo año promete seguir expandiéndose a fuerza de más inversiones.