La familia Santángelo, que dirige el frigorífico Soychú, puso manos a la obra de inmediato una vez que se pudo contener el voraz incendio en la planta de esa avícola en Gualeguay, Entre Ríos. Espera tenerla otra vez en funcionamiento en pocas semanas más.
El fuego se inició por un trabajo que estaba realizando un técnico que intentaba la reparación de un “giro freezer”. Se trata de una cinta redonda con 28 pisos que va girando. Se prendió fuego cuando le cayó una “escoria” de la soldadura que estaba realizando este operador. El foco no se pudo contener y por eso el fuego luego se propagó a otros puntos del proceso.
“Se nos incendió gran parte del sistema de frío, túneles de congelado y despacho de mercadería”, dijo Franco Santángelo, titular de la firma, en una entrevista con Bichos de Campo.
La compañía, que el año que viene cumplirá 60 años de actividad ininterrumpida, cuenta con 2.700 empleados en forma directa en todas las empresas del grupo. En el frigorífico propiamente dicho trabajaban 780 personas, a las cuales se les está garantizando el empleo aunque no se pueda asignar la misma cantidad de horas que tenían antes del lamentable episodio.
Escuchá la entrevista con Franco Santángelo:
Santángelo explicó que luego del incendio, que se declaró el pasado 19 de noviembre, “fueron días de demasiado stress. Fue mucho el riesgo y ahora estamos analizando el rearmado. Saldremos adelante como nuestros antepasados, trabajando y aplicando la mejor estrategia para mantener la empresa y que siga siendo rentable”, aseguró.
La avícola, que sostiene entre 12 y 14% de la oferta de carne de pollo a nivel nacional, continúa ahora trabajando de forma parcial en ese establecimiento. Se calcula que en una semana se podrán producir subproductos, aunque para volver a faenar todavía falta porque en el incendio se afectaron instalaciones que tienen mucho que ver con ese proceso. En la planta incendiada se faenaban 240 mil pollos por día.
Ahora para no reducir su nivel de producción, lo que implicaría perder mercado y quizás desprenderse de personal, en Soychú comenzaron a derivar faena a la planta de Buenos Aires, a dónde incluso trasladaron a parte del personal, y también a producir en establecimientos de terceros, algo que por supuesto genera sobrecostos. Peor sería dejar de producir y de vender.
Santángelo destacó el gesto del presidente Alberto Fernández, que los recibió en Casa Rosada y les prometió apoyo en este duro trance. Señaló que el plan es tomar líneas de crédito y destinar capital propio que se iba a utilizar en otros proyectos a la reconstrucción de la fábrica.