A veces una imagen vale más que mil palabras. Los encargados de informar a la comunidad internacional los planes brasileños relativos a la mitigación de gases de efecto invernadero (GEI) con miras al 2030 fueron los ministros de Ambiente y de Agricultura de ese país.
Durante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se está realizando en Escocia, el ministro de Ambiente de Brasil, Joaquim Leite, anunció que el país planea reducir en 2030 las emisiones de GEI en un 50% respecto de los niveles presentes en 2005, cuando el anterior compromiso asumido era de una reducción del 43%.
Leite estuvo acompañado por la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, porque buena parte del plan de mitigación de GEI de Brasil está sustentado en programas orientados a capturar carbono a través de prácticas agropecuarias sostenibles.
“La agricultura brasileña ha hecho su parte y la está haciendo. Vamos a seguir trabajando para que nuestra agricultura sea cada vez más eficiente y sostenible”, aseguró Cristina.
Para lograr ese propósito Brasil diseño el “Plan Sectorial de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático para la Consolidación de una Economía Baja en Carbono en el sector Agropecuario”, conocido como el “Plan ABC” para no hacerla tan larga, que se propone abarcar una superficie de 72 millones de hectáreas para reducir emisiones por al menos 1000 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2eq).
El Plan ABC está compuesto por siete ejes: recuperación de pastizales degradados; integración de sistemas agrícolas, ganaderos y forestales; siembra directa; fijación biológica de nitrógeno; bosques implantados; sistemas de tratamientos de desechos animales, y estrategias de adaptación al cambio climático.
“El potencial transformador de la agricultura y la ganadería con bajas emisiones de carbono es enorme. Queremos compartir esta experiencia con países con realidades similares (a la nuestra). Solo con la difusión de las mejores prácticas a todos los productores podremos cosechar los impactos positivos que puede tener la producción de alimentos, fibras y bioenergía ”, expresó la ministra brasileña.
Cristina y Leite también remarcaron la generación del llamado “trabajo verde” y la contribución de los biocombustibles a la matriz energética sostenible. “Brasil ha estado en el camino correcto durante mucho tiempo. Podemos movernos rápidamente para que las energías renovables puedan contribuir cada vez más a nuestra matriz de energía limpia y renovable”, afirmó Cristina.