Los valores de la leche recibidos por los tamberos se recuperaron de manera notable en el pasado mes de junio de la mano de una recomposición de la rentabilidad del sector industrial lácteo.
De todas maneras, ese fenómeno opera con dos velocidades: mientras que en junio pasado las grandes industrias lácteas tuvieron en promedio una capacidad de pago teórica de 35,9 $/litro, en el caso de las Pymes fue de 31,5 $/litro, según cálculos realizados por un equipo conformado por técnicos del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (Iapuco) y el INTA.
La producción de leche argentina viene creciendo en el último año y medio, aunque en lo que va de 2021, con el deterioro de los precios recibidos por los tamberos, el ritmo de aumento se desaceleró.
“El sostenimiento de la producción tiene relación directa con la mejor oferta forrajera y el clima preferentemente seco, que mejora el rendimiento de las vacas, además de progresivos incrementos de productividad de los tambos que siguen en carrera”, explicó el analista de mercados lácteos Marcos Snyder.
Se trató de un logró extraordinario, dado que entre agosto de 2020 y mayo de 2021 –considerando al tambo promedio argentino– los precios recibidos no lograron compensar los crecimientos de los costos de producción.
De todas maneras, existen aún muchos semáforos amarillos para el sector, dado que el valor neto creado por la cadena láctea, que en mayo pasado parecía haberse recuperado luego de las pérdidas registradas en buena parte del período 2020/21, en junio se “desinfló” para ubicarse en apenas 146 millones de pesitos argentinos.
Buena parte de eso se explica por la pauperización del poder adquisitivo del consumidor argentino, que es precisamente el principal cliente del sector, mientras que los ingresos generados por las exportaciones siguen “recortados” por derechos de exportación combinados con “retenciones cambiarias”.
“Las ventas internas caen primero por el bajo poder adquisitivo de la población y eso se combinó con una actualización de precios de los lácteos, tras el importante retraso que hubo en 2020”, indicó a Bichos de Campo el director Ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea (Ocla).