Mañana jueves el gobierno nacional anunciará –tal como lo hizo el pasado 7 de mayo con el “acuerdo cárnico”– un “acuerdo lácteo” orientado a ampliar tanto en volumen como en cobertura territorial los productos de ese rubro con valores accesibles.
Hasta el momento los lácteos comprendidos en el programa de “Precios Cuidados” eran provistos por una pocas empresas que abastecen fundamentalmente a los grandes centros urbanos.
El acuerdo que se anuncia mañana termina con las negociaciones por empresa para comenzar a establecer pautas de distribución de lácteos a precios regulados con las tres entidades sectoriales: CIL (grandes empresas), Apymel (pequeñas y medianas) y la Junta Intercooperativa de Productores de Leche.
En una primera etapa la meta es distribuir a nivel nacional productos por un volumen mensual equivalente a 27,5 millones de litros de leche, lo que representa un monto superior a lo que se comercializa actualmente en el marco del programa de “Precios Cuidados”.
A diferencia del esquema anterior, en el cual el esfuerzo de subsidiar al consumo interno con recursos propios era asumido por unas pocas empresas, ahora será la mayor parte de las compañías lácteas las que se irán turnando para proveer productos a precios accesibles.
Mientras que las grandes empresas seguirán focalizándose en abastecer a los grandes centros urbanos, las pymes y cooperativas harían su aporte a nivel regional, para lo cual definirán la logística comercial con agentes de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación.
Los representantes de la industria láctea solicitaron que, como contrapartida, el gobierno asegure que los productos comercializados en el marco del programa tengan un plazo de cobro más acotado para resolver un problema que suele ser un “dolor de cabeza”, especialmente en lo que respecta a las grandes cadenas de supermercados.
El acuerdo comprende deslistar a la mayor parte de los lácteos que forman parte del programa de “Precios Cuidados”, con la excepción de las leches frescas y en polvo, las cuales seguirán dentro del esquema de precios máximos.
Los representantes de las tres entidades solicitaron a los funcionarios del gobierno nacional que el acuerdo funcione como garantía de que no se intervendrá la exportación de lácteos, algo que, si bien había sido prometido en el “acuerdo cárnico”, finalmente no se terminó cumpliendo.