El seguimiento de los mercados de granos, junto con el acceso a las herramientas disponibles en el mercado de futuros agrícolas, permite a aquellos que están atentos generar grandes diferencias.
Las posiciones abiertas en el contrato de Maíz Rosario Abril 2022 del Matba Rofex crecieron de manera exponencial a partir de mediados de abril pasado para luego experimentar un ajuste en mayo en línea con la caída de precios registrada por el cereal.
Luego de la abrupta liquidación de posiciones ocurrida el 11 de mayo, las posiciones abiertas en el contrato siguieron incrementándose probablemente por coberturas progresivas realizadas por empresas agrícolas.
El movimiento con forma de “mesa” que se observa en las posiciones abiertas registradas entre el 6 y el 10 de mayo seguramente corresponde a productores que aprovecharon el momento para capturar los elevados precios registrados entonces por el “maíz nuevo” temprano.
Pero la liquidación abrupta de posiciones ocurrida el 11 de mayo es producto de un claro movimiento especulativo orientado a asegurar utilidades antes de que el mercado se revierta (que es precisamente lo que terminó ocurriendo en los sucesivos días).
De esa manera, por ejemplo, un inversor que adquirió un futuro de Maíz Rosario Abril 2022 el 19 de abril a un valor de 178,5 u$s/tonelada (considerando el precio de cierre del día) y lo vendió el 11 de mayo a 209,9 u$s/tonelada, embolsó una ganancia bruta superior a 30 u$s/tonelada en menos de un mes. En términos porcentuales, se trata de una diferencia del 17,5%, la cual, anualizada, representa una ganancia del orden del 275%.
En el Matba Rofex conviven ambos perfiles: inversores que están “encima” del mercado para intentar capturar diferencias en el corto plazo y empresas agrícolas que “toman” precios futuros para asegurar los valores de venta de al menos una parte de las cosechas previstas.