La firme demanda de China apuntala los precios del ganado no solo en la Argentina sino en los demás países del Mercosur, que tienen problemas para generar oferta porque entraron en etapa de retención, como en el caso de Brasil, o porque no pueden producir y venderle más, como sucede en Uruguay. En la Argentina esta retracción se expresa en una caída de la faena vacuna durante el primer cuatrimestre de 2021.
Esa caída de la faena se combina con una alta capacidad instalada ociosa de la industria frigorífica local, que vino invirtiendo en los últimos años gracias a los buenos resultados que obtuvo en la exportación y que se ve obligada a competir para hacerse de la poca hacienda disponible
Las estadísticas del IPCVA dan cuenta de que el valor promedio del kilo de novillo en gancho para el inicio de mayo era de 3,92 dólares en Argentina, lo que implica un incremento del 55% interanual. En tanto, la vaca manufactura cotizó en 2,70 dólares lo que significa una suba de 40% respecto de igual momento del año pasado.
Según ese relevamiento, en Brasil las subas de los precios ganaderos fueron todavía mayores: Tanto para el novillo como para la vaca los incrementos rondaron el 75% medidos en dólares, mientras que en Uruguay fueron de 20 a 25%.
Los analistas destacan que los cambios en estos en dólares valores dan cuenta del interés de la demanda de China, que necesita abastecer a su mercado interno y que tuvo crecientes complicaciones en los últimos meses debido a los rebrotes de la Peste Porcina Africana, una enfermedad todavía sin cura que diezmó buena parte de su stock de cerdos.
Según un reciente informe del Rosgan, “de acuerdo a los datos publicados por la Administración General de Aduanas de China, el país importó 922.000 toneladas de carne en abril, un 6,9% más que lo registrado en igual mes de 2020. El volumen importado en el último mes resultó ligeramente inferior al último récord de 1,02 millones de toneladas arribadas en marzo”.
“La importación total de carnes en los cuatro primeros meses del año alcanzó 3,55 millones de tonelada, un 16,9% más que lo registrado en igual período del año pasado”, aplicó ese informe, dando cuenta de la fortaleza de la demanda desde el coloso asiático.
Los efectos de esta voracidad se reflejan también en los precios de la carne que se exporta. Los datos de la Asociación de Productores Exportadores (APEA) dan cuenta de que la tonelada de garrón y brazuelo (dos cortes muy exportados a ese destino) se vende a 6.300 dólares, lo que significa un incremente de 17% respecto de los valores registrados en enero. En tanto la vaca en set de 25 cortes se exporta a 4.300 dólares, lo que significa una suba de 13%.