La Argentina todavía atraviesa el momento del año de mayor oferta de terneros de invernada. La llamada zafra arranca a fines de febrero y se extiende hasta entrado el invierno. Esa oferta suele provocar bajas en el mercado ganadero, pero esta vez no sucede así: la hacienda sigue mejorando sus niveles de precios.
Los valores de los diferentes remates indican que por los terneros de 180 a 200 kilos se paga entre 200 y 230 pesos el kilo vivo, lo que significa que tuvieron una mejora interanual de nada menos que de 100%.
“Siguen mejorando los valores, la veo muy bien a la invernada, muy firme aún en el periodo de zafra” explicó Raúl Milano, el director ejecutivo del Rosgan (Mercado Ganadero de Rosario), quien agregó que los criadores están vendiendo en forma escalonada, en gran medida para no desprenderse de un activo que se revalorizó de forma significativa el último año.
Además los productores del primer eslabón ganadero pueden comercializar con mayor tranquilidad su producción gracias a la mejora que tuvo la vaca de descarte de sus rodeos y que termina abasteciendo a la demanda de China.
Las vacas promediaron los 120 pesos por kilo vivo en abril en el Mercado de Liniers, lo que significa también una suba interanual de 100%.
Escuchá la charla con Raúl Milano:
Ese combo de aumentos en la invernada y en la vaca -muy por encima de la inflación y de los costos productivos- permitió que los productores recompongan sus finanzas y que las urgencias económicas queden de lado dando espacio para cierta holgura comercial.
Otro factor que impulsa los precios de estas categorías vacunas es el achique del stock, que muchos analistas vienen destacando y que se plasmaría en las estadísticas que se esperan publique muy pronto el Senasa.
Según Milano, por ese achique “este año va a haber casi 400 mil cabezas menos de terneros sobre un total de cerca de 14 millones de terneros y eso marca que la solidez tiene que ver con que no hay un volumen grande de ofrecimientos”.
El referente del Rosgan consideró que ese dato debe impulsar la pregunta respecto de por qué no crece la producción a pesar del buen escenario de precios.
“En todas las vacas que se matan se van 1, 2 o 3 puntos de parición y eso nos falta para crecer. Hay que trabajar mucho hacia adelante para que aumente la producción y que haya más carne”, consideró el directivo del Rosgan. Quiso decir que los productores, al vender hembras, finalmente no generan un salto del índice de pariciones, que se mantiene en el 62/65% en el promedio nacional.
Milano comentó que hay un tercer factor que explica los aumentos en los precios de la invernada y que también puede dar cuenta de por qué la ganadería no despega: la falta de confianza en la economía es un elemento clave para entender el comportamiento conservador de los operadores de este negocio.
En ese contexto, más que nunca, la hacienda termina siendo “una reserva de valor porque no hay alternativas de inversión. Entonces el que vende una jaula inmediatamente compra otra, aunque pague un poco más porque todos olfatean que la cosa está complicada”.